3

851 101 6
                                    

El castaño se encontraba entusiasmado por el tercer encuentro de él con la chica de aquella tienda, luego de aquel encuentro, el chico pudo reencontrarse con ella en una tienda de dulces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El castaño se encontraba entusiasmado por el tercer encuentro de él con la chica de aquella tienda, luego de aquel encuentro, el chico pudo reencontrarse con ella en una tienda de dulces. Ambos se dieron sus números de teléfono, y ese mismo día comenzaron a hablar seguidamente, haciendo que mutuamente quisieran verse.  

Aquella pelinegra con el corazón dolido, escuchaba atentamente las palabras de a quién ella amaba, mientras hablaba de aquella chica que con su belleza lo atrajo y lo hipnotizó. Sus ojos brillaban más que las estrellas en una noche oscura, mientras ella optaba por guardar su corazón en cajón con candado y mantenerla cerrada toda la vida. 

Quería pasar tiempo con su mejor amigo, pero ahora solo el teléfono era su compañía y aquella chica era solamente un reflejo de la luz, que quería dejarse notar para que fuera observada por él. 

— Nishimura, quieres ir a pasear hoy? —Preguntó alegremente, esperando un si como respuesta. 

— Lo siento Ame, le prometí a Annie que saldría con ella —Respondió rascando su nuca avergonzado. 

— Oh, ya veo —Dijo cabizbaja. 

— Puede ser otro día —Habló sonrientemente. 

— Si, otro día —Sonrió débilmente. 

Ahí se encontraba ella observando aquel castaño con ojos de amor, mientras él se alistaba para verse con la susodicha. Se miraba al espejo, halagándose a si mismo, mientras ella. . 

Moría por dentro. 

— ¿Qué tal me veo? —Preguntó entusiasmado. 

— Guapo como siempre —Contestó con rapidez. 

— Nosotros siempre nos vemos guapos con todo —Rió dulcemente. 

La pelinegra pudo sentir sus mejillas arden con tanta intensidad, quería ser el motivo del entusiasmo del castaño.

En el se posaban una camisa blanca básica, acompañada de una chaqueta, y en su parte baja un pantalón negro y unas botas. Se hecho perfumen por una buena impresión. 

— Nos vemos más tarde Ame, te quiero mucho —Se despidió alegremente mientras se asomaba en la puerta.

Luego de cerrar la puerta, pequeñas y rebeldes lagrimas se colocaron por la mejilla de la chica. 

No aguantó, solo optó por llorar en silencio, mientras si previo aviso llegó uno de sus amigos más cercanos. 

— Ame ya llegu... —Se interrumpió el mismo cuando vio como estaba la chica—, mi princesa, ¿pasó algo? ¿que ocurrió? ¿necesitas algo? —preguntó rápidamente. 

Sin pensarlo dos veces la pelinegra se lanzó hacia los brazos del pelinegro. 

— Jake —Pronunció entre sollozos. 

— Princesa, aquí estoy —Consoló a la pelinegra, mientras una de sus manos acariciaba su cabello con suavidad. 

Jake es uno de los amigos más cercano de Ame, vino del extranjero para irse a vivir a Japón por nuevas aventura y nueva religión. Pero cuando la conoció a ella, supo que se quería quedar todo el tiempo, a pesar de que extrañaba Australia. 

— Ahora que estas más tranquila, mi niña —Dijo suavemente— ¿Qué sucedió? —Posó una de sus manos en el mentó de la misma levantándolo, haciendo que ella lo mirará. 

— Nishimura —Inhalo—, ha estado hablando con una chica, y le gusta, lo sé —Si aguantar, volvió a llorar. 

— Exactamente, cuando ocurrió? —Preguntó concretamente. 

— Hace una semana, él la conoció en una de las tiendas de Generación X, sus ojos brillaban y su sonrisa de repente se volvió mas brillante. Ella le dio el último manga de mi anime favorito, ya que no había más y él alegremente me lo entrego, luego de eso, se reencontraron, mutuamente se intercambiaron números y ahora siempre conversan por mensaje y llamada. No salimos, siempre dice que no puede y todo por estar hablando con ella —Redactó tristemente. 

Jake, aquel chico carismático se torno serio y enojadizo, sabia del enamoramiento de la menor desde hace ya tiempo. Desde que la conoció en aquella estación con la mirada perdida por observar al castaño. 

— ¿No crees que es tiempo de superarlo y avanzar? —Sugirió el pelinegro. 

— No es tan fácil —contestó—, amarlo con intensidad a sido lo peor del mundo, me olvidé de él y me concentré en mi. Es un camino largo el que tengo que tomar para poder olvidarlo, no creo lograr sacar de mi mente todos aquellos momentos felices, donde las sonrisas eran solo mías y su felicidad previa era yo. 

Aquello mantuvo al pelinegro pensativo, ella en verdad lo amaba, más que a si misma. 

— Nosotros somos muy egoístas con nosotros mismos, queremos a ser feliz a la persona que amamos, pero no pensamos en lo afectado que saldríamos y en nuestra felicidad. No es malo amar, al contrario, experimentas cosas nuevas y aprendes más de la vida, pero también viene la etapa del dolor, donde ese amor puede terminar o donde esa persona no corresponde lo que sientes —Culminó. 

Ella lo miró esperando más palabras y él siguió. 

— Tienes que estar contento contigo misma, aprender a aceptar las cosas cuando no las consigues, de culparte, mentirte y fallarte, de decirte tarde verdades que necesitas. Estás dedicando tu tiempo a alguien que ya ni se acuerda de ti, tratando de armar, algo que ya se está destruyendo por quien tu amas. 

Aquella pelinegra se quedo callada, tenía razón, tenía que avanzar por si misma, pero ella ya estaba aferrada a él. 

Quería amarlo con más intensidad que antes.  

𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙇𝙤𝙫𝙚. [𝙉𝙞𝙨𝙝𝙞𝙢𝙪𝙧𝙖 𝙍𝙞𝙠𝙞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora