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Luego que la menor se diera a conocer sin esperar alguna opinión a cambio, comenzó la posible reunión de negocios con la empresa de Okayama y la empresa de Brisbane

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Luego que la menor se diera a conocer sin esperar alguna opinión a cambio, comenzó la posible reunión de negocios con la empresa de Okayama y la empresa de Brisbane. 

— Lo primero que quiero saber es. ¿Qué tienen pensado para asociar mi empresa con la suya? —Cuestionó la pelinegra con un tonó firme, mientras miraba a su alrededor con un semblante serio. 

— Garantizamos bienes y buenos recursos por parte de ambos. —Aseguró Kim con una sonrisa ladina. 

— ¿Y que cosas pueden ser señor Kim? —Preguntó sonriendo de lado. 

El pelinegro mayor se asombró por la personalidad psicópata que se le notaba a la pelinegra. 

— ¿Qué quieres personalmente? —Habló el pelinegro menor. 

— Asociarse con mi empresa beneficiaría mucha la suya. —Se levantó de su asiento comenzando a caminar por alrededor. 

— ¿Qué quieres decir? —Preguntó el mayor con el ceño fruncido. 

— Quiero el 50%. —Contestó firmemente, mientras volvía a su asiento. 

Los dos pelinegros se miraron entré si, asimilando tal idea.

— No creo que pasé. —Habló el menor nuevamente. 

— Entonces, no hay negocio. —Dijo seria. 

— Está bien, está bien, te daremos el 50%. —Afirmó el mayor, recibiendo una mirada de asombró de los presentes. 

— Perfecto. —Sonrió satisfecha. 

Todos se quedaron en silencio durante unos segundos, hasta que ella volvió a hablar. 

— Mi empresa se trata de bienes propios, trabajamos humildemente a bases de negocios y ventas de accesorio, ropa o maquillaje. U cualquier otra cosa que nos traiga más bienes o mejor que eso. —Dijo con firmemente.— Puedo ofrecerles una serie de cosas; a menos de que ustedes tengan cosas mejores. He trabajado con varias marcas de tantas cosas. ¿Qué pueden ofrecernos ustedes? 

— Nos encargamos de administrar los bienes que van al extranjero de nuestra propia marca, yo me encargó de que el producto sea de buena cálida y Nishimura es quién mas trabaja en la exportación. Ambos trabajamos en equipo desde hace varios años; lo que beneficia más confianza y menos preocupaciones. —Respondió. 

— ¿Qué tienes en mente? —Preguntó. 

— Trabajemos juntos en nuevo producto, o mejor dicho, en nuevos productos. Aprendamos, creemos y crezcamos como una sola empresa, siendo distintos. —Sugirió. 

La pelinegra se quedó pensando, y él siguió hablando. 

— Nos encargaremos del presunto diseño de la tienda con tiempo, esperaremos por su llamado. —Dijo refiriéndose al mayor y a la menor. 

— Me parece bien. —Opinaron los dos al mismo tiempo. 

Luego de la larga charla de negocios que tuvieron con aquellos futuros socios, salieron. 

El pelinegro menor, quien iba al lado de su mayor. Seguía pensando en aquella posibilidad, no podía asimilar lo poderosa y hermosa que se había vuelto su pequeña.

— ¿Cómo pudiste haber cambiado tanto, Ame? —Se preguntó a si mismo.  

— No sabía que ella era tan hermosa. —Soltó inconscientemente el mayor. 

Él lo miro con el ceño fruncido.  

— Siempre lo ha sido. —Respondió. 

— Ahora entiendo porqué te arrepientes tanto. —Rió burlonamente. 

— ¡Cállate! —Ordenó y dio un leve golpe en el hombro de su mayor. 

— Auch. —Se quejó sin dejar de reír. 

Por el lado de la pelinegra, iba camino a su estadía con quien ella amaba. 

Su querido Jake. 

— No pensé que ibas a exigirles de más. —Rió el pelinegro. 

— Tengo que hacerlo, es mi trabajo hacerlo. —Sonrió tiernamente. 

— ¿Te dolió reencontrarte con él, cierto? —Preguntó.

— Más de lo que esperaba. —Confesó la menor. 

El pelinegro la abrazo, él sabia que ella no podría superar muy rápido a ese pelinegro que no la valoró. A pesar de que ella lo amaba a él, tenia miedo de volver a pasar lo mismo, le dolía el corazón.  

¿Cómo podría dejar ir a alguien que amó con mucha intensidad? 

— Quiero sanarte pequeña, deja de pensar en esas cosas que tanto te dolieron. No valoró todo lo bueno que tenías para dar, ahora concentrarte en ti y en triunfar. —Pronunció con suavidad, mientras acariciaba la mejilla derecha de la menor con su dedo pulgar. 

Ella lo miró, siempre se preguntó como es que él nunca la abandonó, siempre estuvo para ella. Tantas veces que lloró por el mismo chicos, las veces que gritaba su nombre con una presión en el pecho y de una tristeza que jamás creyó salir; él siempre estuvo allí para ella. 

Por eso es que lo amaba tanto. 

El tiempo en el que convivió con aquel pelinegro que en su actualidad posaba sus 24 años, y ella sus 21. 

Él fue el motivo de su felicidad, por él estaba bien y con su ayuda logró todo lo que quería. Siempre la amo desde joven, solo que era demasiado pronto para gritarle que la amaba más que a nada en esté mundo.  

Recordó el momento en que se enamoró de ella, 2 años antes de irse a Brisbane. Se dio cuenta que su corazón se aceleraba cada vez que él estaba cerca de ella, cuando se abrazaban, sentía calidez, estaba en calma. 

Ahí fue en donde se dijo que ella sería la correcta y que la amaría hasta que su vista fuera nublosa.  

— Ame. —Llamó la atención de la pelinegra. 

Ella lo miró sonrientemente. 

— Lo siento. —Se disculpó.  

— ¿Por..  

Él la había callado. 

La besó. 

Había unido sus labios con los de ella, moviéndolos con suavidad y ternura. 

La pelinegra estaba asombrada, se había puesto tensa, pero poco a poco fue relajando sus hombros y dejándose llevar por aquel beso que demostraba amor puro. Sus labios encajaban por completo. 

Jake fue su primer beso, aquellos labios en los que ella se volvería adicta. 

El aire se agotaba, rompiendo aquel beso tierno, dulce, pero tan necesitado para aquellas dos almas gemelas. 

Él luego de separarse, posó sus manos en las mejillas de ella, juntando sus frentes, mientras la nariz de cada uno rozaba entré si. 

Por fin lo hizo, lo dijo. 

— Te amo como no tienes idea, quiero que estés a mi lado. Déjame amarte Ame, prometo cuidarte hasta el fin de mi vida. —Suplicó temblorosamente. 

Ella sonrió satisfecha, eso era lo que quería escuchar. 

— Yo también te amo, quiero estar a tu lado. —Respondió con seguridad. 

Ella aceptó. 

Sin saber cual sería el destino de Jake.

𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙇𝙤𝙫𝙚. [𝙉𝙞𝙨𝙝𝙞𝙢𝙪𝙧𝙖 𝙍𝙞𝙠𝙞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora