Capitulo 7-Devolver el Favor

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La cabeza le daba vueltas apenas procesando lo que estaba pasando, ella estaba encima de el con sus brazos enfrascados en un beso que solo se podía describir como salvaje del cual le costó mucho acostumbrarse, pero no tardo en encontrar el ritmo.

Aún permanecía sentando con esa hermosa mujer sobre el con ambas piernas dobladas a cada lado de su cuerpo aun completamente desnuda mientras restregaba su intimidad sobre su entrepierna mientras que el mantenía sus manos ocupadas acercándola más a él pasando sus brazos por toda su espalda, cintura y trasero.

El bulto de sus pantalones se hacía cada vez más notorio, cosa que noto Hal y como toda una completa desvergonzada pasaba a arrastrarse en círculos sobre él. Los gemidos masculinos chocaban contra su boca haciendo que la mujer solo soltara leves risas al oír esto. 

–Parece que alguien está ansioso~ –susurro ella sobre su boca oyendo los jadeos del chico que estaba con el rostro rojo– ¿Qué te parece si te ayudo con eso~?

La joven se fue deslizando sobre su regazo besando el cuello del joven, pasando sus traviesas manos por debajo de la camisa del chico acariciando y disfrutando de esas hermosas carnes hasta que termino arrodillada, entre las piernas del chico.

Bajó los pantalones y los boxers con una lentitud torturadora hasta que dejo expuesto su miembro largo y grueso dejando a la joven un poco asombrada de que este joven virgen universitario tuviera semejante herramienta y que JAMAS la hubiera usado.

–(Tener esto y no usarlo es un insulto total)–pensó Hal con total indignación analizando la carne que tenía enfrente mientras lo tocaba levemente–

Estaba bien erguido, con las venas surcando su tronco, y en la cima se descubría un rojizo glande que estaba deseando probar...el sabor de un virgen con semejante tamaño y para ella sola.

–(Dios, si existes gracias por dejarme vivir este momento~)–pensó con una sonrisa pícara–

Matthew se sentía tan desesperado, sentía ese cálido aliento sobre el pero no sabía que hacer exactamente con ella en sus piernas, pero de golpe sus pensamientos fueron dispersados cuando sintió como su pene entraba en algo húmedo y cálido tan lentamente que era una tortura.

–Mmh~ –exclamo el castaño echando su cabeza ligeramente hacia atrás–

Hal deslizó sus labios hacia atrás rápidamente sacándolo entero de su boca dejando su lengua fuera para limpiarse los restos de saliva, dios esto sí que era grande.

Sin duda tendrás que devolverme el favor por esto~

Rápidamente retomó su labor bucal, encargándose de realizar un masajeo previo por la zona antes de tragarla como dios mandaba. Subía y bajaba su cabeza, arrastrando su mano para complementar lo que aún no se acostumbraba a engullir. Apretaba sus labios para mayor placer, sobre todo en la cima donde se concentraba todo el placer, pasaba su lengua por toda esa zona dándole húmedos besos y sorbos, lo degustaba como si se tratase del mejor helado del mundo.

–Hal~ –sintió como la mujer guiaba una de sus manos a su cabeza para que el tuviera un lugar donde apoyarse mientras que su otra mano apretaba con fuerza el sillón– Ah~

Gimió al sentir como la legua de la chica se movía fuera de su boca, titilando con la punta de su lengua en el centro del glande para de pronto sentir algo frio en sus testículos, Halo lo estaba acariciando ahí para bajar lentamente por la base de su miembro para terminar ahí abajo acariciando uno mientras se introducía otro en la boca con cuidado sin dejar el trabajo en su pene del que se ocupaba la otra mano.

Matthew apretó su labio inferior con fuerza, sumido en todas las nuevas sensaciones que estaba sintiendo, esta mujer lo estaba volviendo loco, y se tensó más cuando la sintió arrastrar su lengua por todo su largo para tragarlo con más brusquedad que antes.

𝐍𝐢𝐧𝐟𝐚 | 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐮𝐬𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora