Capitulo 9-Llave

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»FlashBack«

¡Esto es una mierda!

El grito se oyó con toda su fuerza afuera de esa oficina donde estaba una joven chica rubia encarando a su madre.

–No puedo creer que creas esto o mejor aún, cambio mi argumento ¡No puedo creer que hagas esto para arrastrarme a tu mierda sabiendo lo que Jin significa para mí!

–¿Por qué te importa tanto ese drogadicto?

–Si no te das cuenta, ese "drogadicto" salvo tu puta vagina y todos los anos de esos viejos asquerosos de acabar en la ruina–dijo con sarcasmo–...Sabes que si el no estuviera en esto llevándome a mí como chivo expiatorio no estaría aquí, aceptando estar más involucrada de lo que ya estoy

–Te tocaría estar en esto tarde o temprano, no voy a permitir que esas igual de débil que ese homb-!

–¡NO TE ATREVAS DE HABLAR DE MI PADRE! –grito colérica a la sola mención–Él era demasiado hombre para una vieja miserable como tú, la que no lo merecía ni en un millón de vidas eras tu

Al querer volver a tomar la palabra fue interrumpida al oír el chirrido de la puerta dejando ver a un Jin con su camisa de vestir puesta, abierta por el frente. La rubia lo miro sin soltar palabras y se quedó aún más muda llevando su mano a la boca al ver esa blanca prenda cubierta de sangre en la espalda.

–Mocosa, tus gritos se oyen en todo el edificio –le regaño levemente– Oye vieja escucha cuidadosamente, no voy a abandonar la organización y no pienso perder todo lo que he logrado, Estoy satisfecho aquí y aún no he comenzado...Necesito llegar más alto

»Fin del FlashBack«

[...]

–¡Oh no! ¿Qué les paso en la cara?–exclamo la mujer al ver a los dos pobres guardias totalmente golpeados–

Ambos guardaespaldas habían llegado ese día a la espera de la llamada de su jefe a esa cafetería que fue recomendada por la rubia brevemente al preguntarle a donde podrían ir por algo rápido

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Ambos guardaespaldas habían llegado ese día a la espera de la llamada de su jefe a esa cafetería que fue recomendada por la rubia brevemente al preguntarle a donde podrían ir por algo rápido.

–Matthew ¿Podrías traerme una caja de primeros auxilios? –dijo la mujer al castaño que acato la orden rápidamente–

–Está bien...–aseguro el de cabello azabache con nerviosismo–

–Estamos bien –le siguió su compañero con seriedad–

Ambos adultos terminaron guardando silencio al ver como la caja de primero auxilios caía en manos de la mujer y el castaño les traía una tasa humeante. 

–Esto ayudara a reducir la hinchazón–dijo dejando ambas tasas enfrente de los adultos que solo agradecieron en voz baja al ver las molestias que causaban–

𝐍𝐢𝐧𝐟𝐚 | 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐮𝐬𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora