Capitulo 19: Ser tu dueño

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El agua del grifo corría hacia sus manos permitiéndole poder mojar su rostro y cuello para refrescarse lo mejor posible al no contar con tiempo suficiente para una ducha.

Mientras pasaba su mano por su nuca analizo su ropa y noto como estaba hecha en su mayoría un desastre arrugado, pero no era nada que una lavada no arreglara, pero lo que, si no se iria fácil eran los múltiples chupetones que tenia por todo su cuello, clavícula y pecho.

–Dejaste mi ropa hecha un desastre...–le dijo al castaño que estaba detrás de ella viendo sus movimientos apoyando su espalda contra la pared–

–...–no dijo nada, solo miraba como la chica enfrente suya se analizaba dándole distintos ángulos de su cuerpo–

Fue cuando su vista se enfoco en la nuca de la chica, le había dejado varias marcas ahí al igual que por el frente, no se resisto a su impulso de acercarse a la chica para apartar la melena rubia dejando visible la nuca, así como las marcas

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Fue cuando su vista se enfoco en la nuca de la chica, le había dejado varias marcas ahí al igual que por el frente, no se resisto a su impulso de acercarse a la chica para apartar la melena rubia dejando visible la nuca, así como las marcas.

–Hal ¿Cuanto duraran estas marcas? –pregunto en el oído de la chica que solo se rio un poco ante la pregunta–

Claro, es fue hasta que noto como apartaba un poco su camisa dejando ver de nuevo su clavícula con marcas cosa que le hizo ponerse un poco seria.

–Van a desaparecer en unos días, no duran mucho –aseguro saliendo del baño de chico que no dudo en seguirla–Procura no hacer esto en lugares visibles a otras personas, puede que no sean tan receptivas a eso como yo

...Algo como esto solo lo hago contigo

Hal se detuvo de acomodar sus cosas al escuchar esa oración para ver un poco sorprendida al chico para terminar soltando una pequeña risa divertida.

–Bueno eso no durara mucho, eres un chico apuesto –afirmo terminando de guardar todo– Muchas personas querrán de seguro hacerlo contigo

Ambos salieron del estudio a paso normal, con Hal delante caminando al auto que dejaron estacionado en el sitio mas seguro que la excitación les permitió, pero Hal no era estúpida y comenzó a revisar todo mientras que Matthew solo la miraba.

–¿A que hora podrás venir los viernes? ¿No puedes venir mas seguido? –pregunto mientras miraba como ella se agachaba para revisar las llantas–

–Puedo intentarlo, pero no aseguro nada, conforme mas pase el tiempo tendré menos tiempo así que puede que no podamos tener sexo siempre que venga –le dijo distraída–

–¿Por que vendrías si no podrás tener tu pago? –le pregunto sorprendido–

La chica solo se enderezo para ver al chico cara a cara con una expresión que Matthew no había visto hasta ahora, era una amable.

–Pues me agradas –le aseguro– Además estoy segura que, aunque no pueda no te buscaras a otro modelo, aunque te lo pida ¿No?

El castaño cambio por completo su expresión, ahora era mas seria y dura.

𝐍𝐢𝐧𝐟𝐚 | 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐮𝐬𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora