En la antigua mitología griega una ninfa era conocida por ser una deidad femenina típicamente asociada a un lugar natural. Se les aplicaba el título de olímpicas y se decía que eran convocadas a las reuniones de los dioses en el Olimpo y que eran hi...
Esto no podía ser más irreal para una mujer tan experimentada como Hal, era imposible negar que sus paredes luchaban por acostumbrarse al tamaño de Matthew y aunque le importaba poco que le estuviera siendo molesta su invasión, pero no podía negar que este niño tenía mucha energía.
Matthew abría sus piernas mientras la embestirla agarrándola de las caderas con fuerza, no sabía cómo, pero a pesar de ser virgen ese chico se movía demasiado bien ¿Acaso había practicado con personas en el baño de su trabajo o la universidad? No lo sabía, pero agradecía internamente a esas personas.
–Esta tan caliente, tan apretado...–gimoteo entre jadeos–
–Va-vamos... ¡Esto era lo que querías! ¿No? ¡Ah! –grito al sentir como el ritmo se hacía más salvaje–
Hal echo la cabeza hacia atrás mientras se aferraba con más fuerza a las sábanas, disfrutando de cada movimiento que hacia el chico en su interior para sentir como él se acercaba más ella para quedar justo enfrente de su cara.
–Hal...¿Lo estoy haciendo bien? –pregunto roncamente en su oído haciendo que a su cuerpo le diera un escalofrió– Si no me lo dices no lo sabre
La chica creyó que moriría por como arremetía contra ella, pero se obligó a hablar.
–Si, me gusta...Me gusta mucho –lloriqueo un poco en el oído del chico que solo sintió como su cuerpo se calentaba más al oírla en su oído– Hazlo más fuerte
Esa fue señal suficiente y era todo lo que necesitaba. Jamás en su vida se había sentido así, y le gustaba, amaba esta sensación de querer más y más y no parar. Paso su brazo por debajo de la cadera de Hal para arremeter con más fuerza hasta lo más profundo de su ser haciéndola casi gritar de no ser porque ella lo atrajo con sus brazos para que la besara, oía sus gemidos ahogados en ese tórrido beso mientras el seguía moviéndose con fuerza hasta que sintió como su dulce interior lo apretó con mucha más fuerza haciéndolo llegar al orgasmo duramente.
Jadeo separándose del beso con lentitud para oír como ella respiraba igual o más agitada que ella.
–Hal...¿Tuviste un orgasmo? –saco su miembro de la chica y estaba clara la respuesta–
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–¿Acaso...lo dudas? –pregunto la chica recuperando el aliento mientras se reía un poco–
Demonios ese fue un MUY buen orgasmo. Vio como Matthew se quitaba el condón y miraba un poco dudoso si ponerse otro, cosa que le hizo un poco de gracia y ella misma le paso uno nuevo sin abrir.
–¿Por qué dudas? ¿Acaso no quieres otra ronda? –pregunto con una sonrisa socarrona–
Alzo su brazo como una señal para que el la tomara, cosa que hizo para estar cara a cara. Tomo el rostro del más joven con ambas manos para darle un beso en los labios haciendo que el chico se sonrojara y cayeran de nuevo en el colchón, esto no terminaba aún.
