Capítulo 4 »los abuelos«

10 3 1
                                    

Capítulo 4 »los abuelos«

Esa noche después de la fiesta conduje para dejar a cada uno en su casa, yo iba en el auto de Nikki y Jaziel en la camioneta de Adrián.

Al día siguiente desperté temprano

Me hice unas trenzas a los lados, me vestí con un top blanco, un jean, encima del top me puse una camisa vierta, roja con cuadros negros y nos tenis, ya que hoy iremos a la casa del campo de mis abuelos.

Cuando llegamos me baje de la camioneta y salude a la señora de sesenta y algo, —Abuela—la llame y me miro mientras cortaba el agua, la abrace—Hola

—Hola mi niña—me miro de pies a cabeza—cada día se te da un parecido a tu padre. —abrazo a Auguste tirándole las mejillas, luego fue por André y Adrián

—Para mi no hay abrazo—hablo una voz ronca y firme

—Abuelo—lo llame, mi abuelo Vicente fue mi entrenador cuando montaba ganamos varias competencias juntos, hasta que tuve un accidente, lo abrace—Hola

—Hola—saludo—¿bueno y que quieren hacer?

—cabalgar—hablo Auguste—hace tiempo que no hago eso.

—yo en lo personal me gustaría caminar por los viñedos, sola—anuncie —¿puedo?

—por supuesto, vaya nomas mi chiquilla—dijo mi abuelo y sonreí

Empecé a caminar, los viñedos pareciera que cada día que pasaba eran mas hermosos, el aire fresco me relajaba, el olor a campo se podía sentí, mientras el viento rosaba mis mejillas y ropa simplemente relajante

Cuando volvimos a casa sentía como mi cabeza me dolía como me si hubiese golpeado con algo—¿estas bien? —hablo Demi

—si solo, me duele un poco la cabeza, voy a dormir a ver si se me pasa—comente

Llegué a mi habitación y vi el pequeño conejito bebiendo agua en mi habitación y sonreí, para sacarme los zapatos, me acosté arriba de las frazadas y me dormí.

Demi

Subí las escaleras a ver como se sentía Adelaide, entre a su habitación, estaba dormida, toqué su frente y mejillas, estaba ardiendo.

Fui lo más rápido que pude a buscar a Auguste a su habitación— Auguste! —lo llamé y vi como la pelinegra estaba sentada en su regazo, mientras el estaba sin camisa —Uy, perdón—dije avergonzada

—¿pasa algo? —dijo en un tono demasiado serio y demasiado frio

—Si, mientras tu estabas apunto de tener sexo, tu hermana menor esta ardiendo en fiebre —dije en tono neutro.

—QUE! —se levantó rápidamente dejando caer a su novia que nadie en la casa sabe su nombre en el piso, fui detrás, de el vi cómo le tocaba la cabeza—llama a Adrián, que venga con pañuelos fríos YA—pidió

Fui con Adrián y llego con los pañuelos fríos esperamos, unos minutos y no funcionaba, Auguste la tomo en brazos y la llevo hasta la camioneta, y la llevamos al Hospital

Y resulto ser una intoxicación por pesticidas, la conectaron a una maquina con suero ya que empezó a vomitar, solo le doy gracias al cielo que está bien.

Adelaide correa

Una semana después

Me acosté en mi cama, con mi computadora —tienes que guardar reposo como dijo el doctor—regaño Demi suspire dejando la computadora en la mesita de noche —en un rato vuelvo voy a hacerte una sopa.

La hija de los CorreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora