Capítulo 28» Verdades a la luz«

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Capítulo 28» Verdades a la luz«

Jaziel Leone

Estaba acostado con Adelaide y me empezaron a llegar notificaciones de un numero desconocido

Desconocido: Hola, ¿eres Jaziel Leone?, ¿Hijo de Karoline Arango?

Jaziel: ¿Quién eres? ¿y como carajo tienes mi número?

Desconocido: se cosas, sobre tu madre, que pueden ayudar a limpiar su nombre ¿Cuándo vuelves a Madrid?

Jaziel: en dos días, pero estaré ocupado

Desconocido: Entonces nos vemos en un par de semanas

Sentí mi piel helarse

¿Qué sabia?, me madre se había querido fugar con otro tipo

¿Qué sabía que yo no?

Guardé el teléfono y empecé a acariciar el cabello y espalda de Adelaide.

Adelaide Correa

Jaziel me conto todo, lo de los mensajes

Estaba preocupado

Un mes después

Entre a vacaciones, llegue a España, los primeros días los pase con mis hermanos y amigos, supe que Julián el papa de Piper, quiere que yo sea la madrina de Piper, de bautizo por ayudarlos en todo, el tubo a Julián a los 19 años, la madre de Julián murió en un accidente cuando conocí a Nikki los ayude económicamente, y haci empezó una amistad.

Acompañe a Jaziel al lugar que iría a ver a la persona del número pero antes.

Paramos en el cementerio, en silencio camine a su lado, y llegamos a un panteón, el abrió la reja, que llevaba a un ataúd cerrado de cemento, y colgado había el retrato de una mujer con tres pequeños, los podía reconocer eran Jaziel, Isabel y Caleb de pequeños con su madre

Dejo unas flores blancas, el lugar estaba bien cuidado—Se que le hubiera encantado conocerte...—dijo con voz rota, lo abrace

—Todo se aclarara—dije

Llegamos al café y una señora ya de edad castaña nos esperaba em el café.

—Leone y Correa—nos llamó—síganme—dijo, la seguimos, en silencio, en auto, llegamos a una carretera a afueras de Madrid y en una curva la señora se detuvo, bajándose de su coche.

Cuando bajamos del auto la seguimos, hasta detrás del gran cartel un auto completamente destrozado, dando vuelta.

—8 de febrero de 2002, iba en mi cacharro, estaba lloviendo, lo recuerdo como si fuese ayer, se descompuso—Volteo—justo hay—dijo y el silencio era escalofriante y mas por que nadie pasaba por la calle—tenia que llegar, darle de comer a mi nieta, cuando me voltee, el coche giro bruscamente, no se como solo se que cuando reaccione corrí a ver el coche, y vi a Karoline Arango y Eduardo Correa tendidos en el suelo, Eduardo estaba muerto pero recuerdo perfectamente lo que me dijo Karoline Arango...—comunico—..."Tenia que detenerlos"... —soltó en un suspiro, de su bolso saco una carpeta—La robe de la clínica forense de mi nieta, ella me la entrego para ser exactos.

Tomamos la carpeta y nos fuimos a la casa de Jaziel, estaba impactada, la carpeta tenía toda la verdad, los forenses saben todo, estudian todo, se enteran de todo, razón de muerte, la hora y hasta que estaba asiendo antes de morir.

Jaziel cuando llego a su casa lo acompañe a su habitación, cerrando la puerta, era fuerte, y mas para el.

Empezó a caminar rápidamente, de un lado a otro por la habitación, cuando se detuvo abrió la carpeta, me pare al lado de el viendo cada detalle, cámara de seguridad, se podía ver como Eduardo y Karoline iban discutiendo, lagrimas empezaron a caer por el rostro de Jaziel, lo abrace, deje que sollozara todo lo que quisiese en mi hombro—No me dejes solo por favor...—rogo entre lágrimas.

Lo abrase aun mas fuerte—Jamás...—respondí, solo lloraba, yo lo abrazaba en silencio, no sabia que decir, Karoline no era nada de Eduardo, quería detenerlo de irse y dejar su familia, Jaziel me dejo contarle a Isabel y Caleb, tan bien les afecto, no lo deje solo por un solo segundo.

Se durmió en su cama, acaricie su cabello, dejando un beso en su frente.

Me conto todo lo que paso ese 2 de febrero en su casa, resulta que estaban asiendo la tarea, Romina iba saliendo de la casa, luego volvió pero su madre no.

Lo deje dormir en su cama, salí de su habitación cerrando la puerta.

Cuando la estaba cerrando, para salir me tope en el mismo pasillo a Romina—Mira a quien tenemos aquí—dijo irónicamente

—¿Qué mierda quiere? —respondí

—Se que has estado indagando en lo que paso hace unos cuantos años atrás—su tono sonaba serio.

—Si—Admite ella me tomo del brazo bruscamente guiándome a una habitación total mente a aislada

Ella suspiro—Estaba cansada de mi hermanita, ¿Por qué ella podía tener la vida que YO quería? —se pregunto así misma —me metí con tu tío, ya que tu madre era la mejor amiga de Eduardo, ese era el pegamento que unia a los correa, y tan bien tu madre me robo mi futuro, yo debía ser quien tenia todo eso, ser el icono de la moda, tener su propia agencia de modelaje, tener su propia marca de ropa —me comunico con rabia—Eduardo me ofreció escapar, juntos, y sabia que mi hermanita estaba preocupada por mi asique le conté que yo y Eduardo nos "amábamos" y que íbamos a escapar, cuando llego el día ella me siguió, se subió al coche, sin saber que antes envié a alguien a cortar los frenos, la lluvia ayudo, al mes de su muerte tenia a Jonatan comiendo de mi mano, ahora solo era cuestión de tiempo para deshacerme de Jaziel, lastima que Jonatan solo se desasió de Jaziel—lamento—no sabes cuanto aborrezco a mis sobrinos y mas a Isabel, gracias a ella, no puedo tener hijo. —termino de contar—ya sabes la verdad y si le dices a alguien, no dudare en acerté la vida imposible a ti y a tu noviecito ¿algo que decir?

Me lamí los labios, moviéndome alrededor de la habitación asiéndome la pensativa—Si, de hecho si—conteste y ella alzo una ceja —Gracias por decírselo al teléfono—mostré mi teléfono que estaba con la grabadora de voz, alce las cejas.

—Deja a esos pobres chicos en paz—dije—o si no—le acaricie me pare enfrente de ella—filtrare por "accidente" el audio—advertí

Ella soltó una risa—¿chantaje?

—negocio—respondí—si no los dejas en paz—Alce ambas cejas—ya sabes las consecuencia—pase por al lado de ella empujándola por el hombro.

Estaba apunto de abrir la puerta—Eres peor que tu madre—afirmo

—Oh—respondí—lo se—asegure—Creme que siempre lo he tenido presente—verbalice saliendo de la habitación 

—Oh—respondí—lo se—asegure—Creme que siempre lo he tenido presente—verbalice saliendo de la habitación 

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La hija de los CorreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora