»Todos tenemos problemas, pero los míos tiene unos ojos muy bonitos.
-Andrés Ixtepan «
Me encantaba que el me dedicara poemas, que el no los haya escrito, pero de alguna manera u otra me los dedicaba.
No se que fue
Si la manera en que su ca...
Siempre lo había visto como alguien frio, que no tenia corazón, que odiaba a medio mundo, y para satisfacerse follaba con una chica deferente cada semana.
Pero esta vez veía un lado de él que nunca había visto.
Estaba mal
Se muestra frio y duro con los demás, por que adentro, esta teniendo una lucha interna
Al verlo durmiendo en su cama, sabía que le seguía doliendo, la verdad le estaba dando una gran bofetada de los dos lados de la cara.
Alguien toco despacio la puerta, la anciana abrió la puerta—Hola señorita Adelaide, vengo a dejarle la leche y galletas para el joven Jaziel—verbalizo dejando la bandeja en la mesa de noche
Acaricie suavemente su cabello—La a pasado mal
—desde que se murió la dama Karoline, los tres han vivido un infierno y los tres igual de mal—declaro—Solo pido que mis muchachos puedan vivir sus vidas con normalidad—manifestó—los conozco a los tres desde que eran unos bebes.
Trague grueso—¿cree que algún día Jaziel pueda vivir su vida normal a pesar de lo que haya vivido? —pregunte
Ella callo un momento—no sabría responderte—respondió—Si me disculpas tengo mas cosas que hacer—se retiró amablemente.
Suelte un suspiro, mirando como dormía Jaziel
¿Por qué me lo confeso a mi Romina?, ¿Qué ganaba ella?
Paso el rato hasta que Jaziel despertó
—¿Cómo te siente? —pregunte
—Mejor...—respondió con mejor animo
—La señora de servicio vino a dejarte unas galletas y leche—comunique y me llego una notificación a mi teléfono
Auguste: ¿Dónde estas?
Apague pantalla del teléfono
—¿pasa algo? —pregunto tomando un sorbo de leche
Tome mis cosas—Auguste esta preocupado, ya que no he llegado a casa—Respondí, le di un beso corto en los labios.
—¿Cuántas son las posibilidades que mañana puedas venir a cenar a pasar la noche aquí conmigo? —Pregunto—Quiero presentarte como mi novia, ante mi padre.
Sonreí—Pues hay estaré—respondí dejando dándole un beso en la frente y yéndome.
Cuando llegué a mi casa me senté en la mesa para cenar, estábamos sentados solo yo, Adrián y André, solo nos sentábamos en silencio, a ver como mama regañaba a Auguste, por embarazar a Demi, esa relación nunca fue aprobada por mi madre, abrieron la puerta y Demi salió llorando.
Ya todos sentados en la mesa Demi entre lágrimas nos empezó a servir la cena, no podía verla así—Demi deja te ayu...—Mama me interrumpió antes de que pudiera decir terminar la frase
—No—dijo firme y molesta—Te prohíbo a que le ayudes.
—¿y tu no tienes ni un poquito de amor ni por que vas a tener un o una nieto nieta? —respondí fría
—¿Ósea que los demás sabían menos yo y tu padre? —Se pregunto
—Si, y si Auguste no te lo quiso decir antes es por que eres una vieja de mierda—expuse, me pare de la silla y le ayude a Demi, y luego me senté a cenar
Estaba apunto de llevarme la cuchara, con pure de papas a la boca cuando me hablo mama—supe que empezaste a salir con el chico Leone—comunico
—Si hace un par de días cumplimos un mes—el habiente se ponía tenso
Hasta que mi madre saco sus ojos de viviera de encima de mí.
Después de cenar ayude a Demi a levantar la mesa
Subí a mi habitación.
Adelaide: ¿Cómo te sientes?
Jaziel: bien, pero me dejaste una erección
Adelaide:Te calientas por todo
Jaziel: Tú me pones haci, quiero estar contigo
Adelaide: Ven a la casa si quieres, pero yo me voy a bañar
Jaziel: Deja tu ventana abierta
Sonreí entre a mi closet, busque una sudadera mía corta, ropa interior negra, con encaje y deje la ropa en sima de mi cama
Me metí a la ducha, mientras me refregaba mi cabello escuché como alguien abría mas la ventana, me puse mi bata blanca de algodón, secándome con la toalla el cabello, salí del baño y vi a Jaziel sentado a los pies de la cama, viendo mi rapa interior, me apoyé en el marco de la puerta y carraspeé, me miro
—¿el hecho que te digiera que viniera influjo en la decisión de tu ropa interior? —pregunto con una sonrisa
Me acerque a el dándole un beso—No—respondí, tomando mi ropa sin que el se diera cuenta y corrí a mi closet.
—Eres mala
—y haci te gusto—respondi
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