Capítulo 5» Haber como cae un Leone«

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Capítulo 5» Haber como cae un Leone«

Que haríamos sin él, el teléfono.

Algunos los usan para solo comunicarse

Otros para escuchar música

Y los de ahora, lo usan para todo

Adelaide: Hola

Jaziel: Hola Luna

Adelaide: ¿Luna?

Jaziel: Si por tus ojos son azules como la luna, creo que es

Algo raro y especial.

Adelaide: quieres decir peculiar

Jaziel: en parte, mira al frente

Fin del chat

Miré hacia el frente, y sentí como alguien golpeaba suavemente la nuca, el paso al lado mío en su Skateboard—¿Alguna vez te vas a cansar de hacer eso imbécil? —sonrió de lado siguiendo su camino.

Cuando llegue al parque de Skateboard me senté en una banca a lo lejos podía ver como se deslizaba por las ramplas, note como el cielo se empezaba a nublar, muchos se empezaron a ir, pero note como Jaziel en vez de irse iba hacia el bosque que estaba al lado del parque.

Lo empecé a seguir, lo mas silenciosa que podía, tratando que las hojas no sonaran, y note como llegaba a un prado plagado de flores, dientes de león, y lo cruzaba, intentaba seguirle el paso, pero mis pies son demasiado cortos, cuando cruzo el pequeño prado de flores y se adentro nuevamente en otro bosque camino un rato mas hasta llegar a un tranco que estaba en el suelo, se sentó sacando un cigarrillo y lo encendió, con un encendedor, le daba un calada, y el humo salía de su boca, me escondí detrás de un árbol.

Tengo que admitir que se veía mas atractivo de lo común, saqué mi teléfono de mi bolsillo, y no pude evitar sacarle una foto, sin darme cuenta se rompió una rama

Por la mierda

—sé que está acechándome—su tono sonó firme, e icónico, pero al mismo tiempo sexual

Sali detrás del árbol—¿necesitas algo? —pregunto, sonó algo molesto y despechado, no lo juzgo, le rechacé un beso

Saqué de mis bolsillos mi cajetilla de cigarros y me di cuenta que perdí mi encendedor—¿me prestas en encendedor?

Me lo dio en la mano y prendí mi cigarro, solté el humo—¿Porque me seguiste? —que le respondía, no estaba segura.

Alcé los hombres—¿curiosidad?—admití

—¿Me vas a decir por que no me seguiste el beso?

Me lamí los labios —por que eres amigo de mis hermanos, y no soy tonta—plante—desde que tengo memoria, cuando mi papa y mama no están, tu, Max, Nate, Adrián y Gabriel se sientan en la sala a beber y a estar con chicas, cuando llego de casa de Nikki tengo que ser yo o Demi quien saca a esas chicas con las que a ustedes les encanta jugar, salen de fiesta casi todos los fines de semana, y regresan veces borrachos—tome una pausa mientras el solo se quedaba en silencio —ahora dime Jaziel, ¿alguna vez me has visto borracha?, ¿me has visto llegar con una botella de Whisky en la mano?, ¿me has visto besarme con un chico distinto todos los fine de semanas?, no y de esas cosas me he privado siempre, ¿dame una razón para besar a alguien que es haci?.

—¿Por qué quizás sientes algo por mí?

Levante una ceja sonriendo de lado—tú mismo lo dices "quizás" una cosa es lo que tú crees que siento y lo que yo siento—aclare—y haci como a ti te encanta acostarte con chicas y luego desecharlas, te vas a enamorar, y te manden a freír espárragos con el corazón roto, y no sabes cuanto deseo eso para decirte—tome una pausa suspensiva—el karma duele, ¿no es así?

—dudo que eso pase.

solté la última calada del cigarro dejándolo caer al suelo y pisándolo con el pie—nada es seguro en esta vida. —solté, mandándole la indirecta de que yo seria quien lo enamoraría, quien lo destrozaría

—ten cuidado con los que dices, Correa, esta vida no es para cobardes.

—si de eso me entere hace mucho tiempo—voto su cigarro al suelo y lo piso

Observo como se levanta—Vamos a casa antes que empiece la tormenta—me tendió la mano, me levante sola y empecé a caminar al lado de él.

El silencio era frio y perturbador, pero al mismo tiempo era "como si el silencio nos conectara más"

Al día siguiente

Me levante y me prepare para ir al GYM, cuando llegue entre

—Hola Mario—salude a mi entrenador personal

—Hola Adelaide—dijo con voz decepcionada

—¿Pasa algo?

—Muéstrame tu espalda—suspire dándome media vuelta, sacándome la sudadera, el acaricio inocentemente mi espalda baja— dios...—me volvió a poner la sudadera y lo mire—no puedo seguir siendo tu entrenador, no estoy seguro, parece que estas a un paso de la anorexia. —negué con la cabeza

—No solo, evitar las calorías...no significa nada—negué.

—si significa algo Adelaide, el simple echo de sentirte culpable cada vez que comes, es grabe—sabía que quería ayudarme, pero contar mis calorías y ingerir debes en cuando algún adelgázate, lo hacía como una adicción o inconsciente mente, no sabría explicarlo—Lo siento Adelaide no voy a entrenar a un futuro esqueleto.

Llegue a mi casa y me ensere en mi cuarto a pensar

¿Qué mierda me estoy haciendo?

Solté un suspiro  y escuche como a mi teléfono le llegaba una notificación 

Jaziel: Que tal el día 

solté una sonrisa icónica.

solté una sonrisa icónica

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La hija de los CorreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora