01 | ¿te conozco?

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Diez años después.

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Siempre buscaba sus actitudes en las demás personas.

Buscaba la manera en la que se le fruncía el ceño, el brillo en sus ojos cuando hablaba sobre un tema que se le hacía interesante, cuando caminaban y acariciaba animales en la calle, la manera en la que rascaba su frente cuando algo iba mal, la sonrisa tan pura e inocente que ella tenía, sus abrazos cálidos. Ningún abrazo que le dieron, fueron iguales a los que ella daba.

Y un día la abrazo sin saber que ese sería el último.

Pretendía que las personas con las que salía eran ella.

Pero nunca lo logró. Siempre terminaba con un vacío en el estómago, nadie tenía la mirada que Hange tenía hacía su persona, y la extrañaba tanto.

Extrañaba sentirse protegida en sus brazos, cuando se asustaba, Hange estaba ahí para decirle que todo estaría bien. Cualquier pelea que tenía con su madre, le contaba a la castaña, y la contraía siempre buscaba la forma de hacerla sentir mejor.

Y vaya que lo lograba.

"Siempre serás mi persona favorita"

Se repetía una y otra vez.

Pero llegó un momento, en el que creyó rendirse, cansada de buscarla, se rindió y pensó que jamás volvería a ver a Hange Zoe.

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Nuevamente las peleas con tu madre se hacen presentes.

Cansada de ellas, y luego de insultar descaradamente a tu madre, sales por la puerta principal de tu casa, y una brisa fría te recibe. Decides ir hacia un bar, tomar un trago para olvidar los estupidos momentos que te ha traído aquella mujer.

Caminas durante algunos minutos, viendo hombres callejeros y como las fiestas se llenaban de gente, por que era bastante tarde. En el camino ves un bar pequeño, que nunca habías visto en los dos años que te habías estabilizado junto a tus padres en la ciudad, y decides entrar. Parece un lugar bien ambientado, con música a buen volumen y luces naranjas y rojizas que se mezclan entre sí, dando una buena vibra al lugar.

Notas como hay personas hablando entre ellas en distintos sofás, puedes notar que están fumando u ingiriendo otra cosa. Gente de tu edad parecería habitar allí, y te sentiste cómoda con él aura del ambiente.

Encuentras un lugar libre en la barra y decides sentarte, viendo los estantes llenos de bebidas y vasos caros.

— Tres shots de vodka, porfavor. — pides al barman sin prestarle mucha atención, debido a la tenue luz.

El hombre asiente y comienza a servirlo en tres pequeños vasos, con tranquilidad lo observas hasta que un ruido en tu teléfono capta tu atención.

eren<3

ey..¿nos vemos hoy, amor?

Eren es tu novio de hace ya al menos un año, pero decides ignorar el mensaje, debido a que no estabas bien como para verlo, cabe aclarar que te sentías bastante mal por tu aspecto, debido a las lágrimas que inundaron tu rostro yendo hacia el bar. Seguramente tendrías los ojos negros, o tal vez no, simplemente te daba igual.

Una vez tienes los tres shots frente a ti, agradeces al hombre con un simple "gracias", tanteas el pequeño y frágil vaso con el líquido dentro y lo bebes sin dar muchas vueltas. Sientes como raspa tu garganta, pero prefieres ignorarlo ya que luego pasaría. Después de dejar bruscamente el pequeño objeto en la barra, decides ir por el segundo. Esta vez más segura y decidida a emborracharte.

— ¿No crees..que eso causará problemas luego..?

Escuchas una voz desconocida hablarte, y levantas tu mirada del vaso que anteriormente ibas a beber, centrando toda tu atención en la figura frente a ti.

Una mujer castaña y bastante alta, con unos finos lentes, y con una nariz aguileña está sonriendo coquetamente de lado hacia tu persona, puedes visualizar como ella está limpiando un vaso con un trapo, y cómo tiene un tatuaje en la parte trasera de su cuello. Trae una camisa negra arremangada en sus codos, que al parecer es su uniforme.

— Lo será, — respondes recostando tu cara sobre tu mano, viendo embobada a aquella atractiva mujer. — pero me da igual, estoy en la mierda.

— No creo que te veas así como en la mierda. — comenta dejando el vaso junto a los demás, ves su espalda al darse vuelta y como mueve su coleta.

— Realmente lo estoy, pf..

Ella resposa sus codos sobre el otro lado de la barra, mirándote de arriba a abajo lamiéndo sus labios.

— Disculpame por el atrevimiento, ya que recién me conoces y ni mi nombre sabes, pero..

—¿Huh?

— Eres preciosa.

Tragas grueso y tu garganta arde, debido al alcohol que anteriormente tomaste, las palabras de esta mujer desconocida te tomaron por sorpresa, presentando un suave sonrojo en tus mejillas.

—Oh.. lo siento si te eh incomodado — su expresión paso a ser más seria, con su dedo índice subiendo sus finas gafas, haciendo que por fin veas el café de sus ojos.

— ¡No! — respondes con rapidez, queriendo aclarar que lo que menos hizo su comentario fue incómodarte. —, no me ha incomodado, en verdad te lo agradezco.. tú también eres bastante atractiva..

— Me alegro que así sea, linda.

Sonríes embobada, perdiéndote en sus ojos.

— Oh..— ella desvía su mirada de ti — me están llamando, debo llevar estos tragos. — señala unas bebidas en una bandeja redonda. Sin responder nada, nuevamente sientes el ruido de tu teléfono.

mamá

ven a casa ahora mismo, o se te terminaron los permisos.

Entendiste rápidamente que aunque no quisieras deberías volver a tu casa, lo que menos querías era otra pelea con tu madre, estabas exhausta de ella y sus cosas.

Tomás dinero del bolsillo de tu pantalón, y lo dejas al lado de los tragos que dejaste a medio beber.

La mujer con la que estabas hablando anteriormente nota que debes irte, y se acerca rápidamente a ti.

— Ya..¿te vas? — ella reposó sus manos sobre su cintura.

— Oh si.. debo irme, mi madre es el problema, si no fuera por ella me quedaría. — jugaste nerviosa con tus dedos.

Ella asintió con un simple "claro, está bien" y ambas dieron la vuelta.

Estabas por salir del local, hasta que te paras y giras sobre tus talones, para decirle algo a la desconocida.

—Sabes.. siento como si.. ya te conociera.

..

holaa, díganme si les gusto hehe, adioss <3

¿neighbor? | hange zoe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora