05 | la verdad

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El pánico recorre tu cuerpo.

El único ruido que quedaba era la chimenea de la lujosa casa de Hange, acompañado por la fuerte lluvia que había afuera.

Ella lo sabe, y estaba frente tuyo, tomando tu mentón, esperando con ansias tu respuesta. Tragas saliva y tratas de hablar, de nuevo estabas escuchando ese apodo salir de sus labios.

— S-si.. — tartamudeas.

Suelta tu mentón, y se cruza de brazos mirándote.

— Tu documento no decía eso, (N).

Y no puedes retener más la mentira. No puedes descifrar su expresión, es tan neutral como siempre que no sabes que decirle, quitas el polvo inexistente de tus pantalones para así poder hablar.

— ¿Te lo puedo explicar? — preguntas.

— Te escucho.

Hange se sienta a tu lado, reposando sus codos en sus rodillas y mirándote de lado. No puedes evitar observas sus pelos rebeldes caer sobre su rostro.

— B-bueno yo.. — juegas con tus dedos. — No quería que te enojaras conmigo.

— ¿Por qué me enojaría? — levantó una ceja.

— Primero.. porque cuando era pequeña me fui.. y no te lo explique. Pero ahora tengo la oportunidad de hacerlo.

Asintió con la cabeza, permitiéndote hablar nuevamente, estabas más nerviosa aún y comenzabas a tener calor.

— Según recuerdo.. yo estaba en mi cuarto, y mi madre entró y comenzó a recoger mis cosas para meterlas en la valija. — la castaña tensó su expresión, juntando sus manos. — Me dijo que nos debíamos ir porque mi padre había conseguido un trabajo mejor en otro país. — pasas tu cabello detrás de tu oreja sin desconectar tus ojos de los suyos. — Le rogué a mi mama despedirme de ti.. pero no me dejó.

Evitaste la parte de la carta.

Proceso todo lo que dijiste durante algunos segundos, comenzabas a tensarte y a ponerte más nerviosa.

— Bueno, a decir verdad me dolió mucho que te hayas ido.

Tu corazón se estrujó, te lastimaron esas palabras, haciéndote sentir culpable. Aunque sabías que no era culpa tuya.

— No entendía nada cuando mi madre dijo que se mudaron. Quería una explicación tuya, pero no tenía manera de contactarme contigo.

Trago grueso, mientras fruncía el ceño.

— Estuve triste durante mucho tiempo. — agregó.

Tus sentimientos ganaron, haciendo que las lágrimas inunden tu rostro.

— Lo siento. — sollozaste, bajando la vista.

— Oh no no, no llores. — Hange tomó tu rostro con ambas manos. — No estoy enojada contigo.

— Pero.. — la miraste — discúlpame.

— (N). — te llamó repentinamente.

— ¿Huh?

— Desde que entraste por la puerta, me eh contenido las ganas de abrazarte.

Entonces te acercas a ella, envolviéndote en sus brazos, ella recibiéndote. Acariciando tu cabeza con su mano.

Te encuentras en su pecho, sintiendo su aroma y pensando en cuando fue la última vez que la abrazaste. Extrañabas sus abrazos.

Extrañabas a Hange Zoe.

— Casi no has cambiado. — vuelve a hablar. — Sigues siendo esa chica con una mirada dulce, y esa sonrisa que me encanta.

Sigues en sus brazos, queriendo que ese momento no acabase.

— Tu si cambiaste, Hange. — suspiras sonriendo.

— Fue bastante tiempo.. — te separas lentamente de ella para volver a verla.

— Si.. pero me alegra haberte encontrado. — quitas tus lágrimas restantes con la manga de tu suéter.

— Nunca me fui, princesa.

Sonríes cálidamente.

— Extrañaba escuchar ese apodo de ti.

— Yo te extrañaba a ti.

..

Luego de ese momento nostálgico, le dijiste a la castaña que debías ir a tu casa. Ella se ofreció en llevarte, y luego de dudar aceptaste.

— ¿Tu madre sigue siendo igual? — preguntó ella mientras veías por la ventana de su auto.

— No se si ahora no es peor. — soltaste una risa nasal, con sarcasmo.

La contraria solo asintió, volviendo a mirar al frente.

— ¿Vas a ir a la universidad? — preguntas.

El ambiente era más cómodo, estabas aliviada de que ella no estuviera enojada contigo, no querías que esté lejos de nuevo.

— Aún no lo sé.. ¿y tú?

— Si, pronto. — respondes hasta que recuerdas algo, y decides preguntarlo. — Uh.. Hange — ella te observa por el rabillo del ojo. — ¿Porque leíste.. mi documento?

— Mm.. bueno, sinceramente te me hacías muy parecida a cuando eras pequeña, entonces le pedí a uno de los chicos que cuando pagaras.. revisara tu nombre. — relamió la comisura de sus labios.

— Ya veo.. — sonríes a boca cerrada.

Te sonríe analizándote, y al parecer ella duda algunos segundos hasta volver a hablar.

— (N).. — giras tu cabeza hacia ella. — Lamentó haberte "coqueteado" — hizo comillas con sus dedos. — no sabía que tenías novio.

— Oh.. — te pones algo incomoda. — Está bien, no pidas disculpas.

Hange acomoda sus lentes, con la vista el frente y haciendo presión en el volante. Puedes notar como en la mano de Hange está llena de anillos.

— Pero.. ¿seguiremos viéndonos? — Hange rasco su nuca.

— Claro que si, no me voy a permitir alejarme de ti nuevamente. — Te sonríe de oreja a oreja, y tú le devuelves la sonrisa.

El ambiente se tensó algo incomodo debido al silencio que hubo luego, pero para tu suerte llegaron pronto a tu casa.

— Gracias por traerme.. y por no enojarte. — hablas luego de bajarte del auto y posiciónarte frente a la ventanilla de Hange. Ya no llovía, pero aún hacía frío y expulsabas "humo" por tu boca al hablar.

— No hay de qué. — ella ríe.

— Buenas noches, Hange.

— Buenas noches, princesa.

..

hola<3

lamento que haya sido un cap corto, pero quería centrarme en hange y (n) :3.

espero les haya gustado, adiós🖤

¿neighbor? | hange zoe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora