¿neighbor? | hange zoe.

11 | el hotel

—Mierda, ¿cuanto van a tardar en darnos las habitaciones?—Jean se queja, moviéndose el cabello y cruzándose de brazos.

—Ya llevamos una media hora esperando..

Se encontraban en la recepción del hotel donde se hospedarían, no estaba mal, no era lo mejor, pero era acogedor y tranquilo. La chimenea del lugar rechinaba, ya que todos permanecían en silencio u susurrando entre ellos.

Observabas al resto tranquila, con tu bolso en la mano y una mochila donde traías tus materiales necesarios, no querías venir a hacer idioteces, te estaban tomando muy en serio los estudios últimamente, pero era algo ya incorporado en ti, por tu auto- exigencia. Tus compañeros solían tomarse a la ligera los estudios, exámenes o trabajos, pero no era algo que pudieras hacer tu.

Si no sacabas la nota más alta estabas insatisfecha.

—Mira..un piano—Hange, quien estaba a un lado tuyo observando su celular, levantó la vista, encontrándose con un gran piano en la sala, yendo hacia el.

—¿Te gusta tocar?—preguntaste, acomodando la mochila sobre tu hombro, observándola sentarse para comenzar a deslizar sus dedos por el.

—Sí—podías ver el brillo que crecía en sus iris cafés—bueno, antes solía hacerlo.—bufo con nostalgia.

—¿Ya no?—reposas tu mano sobre tu barbilla, observándola.

—No—te observo con una sonrisa, acomodando sus lentes—Es mas bien como un sueño frustrado.

—¿A que edad comenzaste?—No podías evitar mostrar tu intriga, pero a ella no parecía molestarle, al contrario, se emocionaba cada vez más.

—A los diez.

Esa edad..

—Supongo que es como un sueño frustrado—agregó—Comencé a los diez hasta los diecisiete..pero luego lo dejé porque—paró.—Bueno, no importa.

Notaste la incomodidad de la chica cuando se dio cuenta que hablo de más. No quisiste presionarla, no querías ponerla en un momento feo u incomodo.

—¿Puedo escucharte?

—Claro, me encanta hacer esto—se paró y quedaste algo confundida—Pero no aquí, están mirando todos—relamió sus labios sonriendo, acercándote a ella con su hombro.

—¿Que tiene?—ríes.

—No sé—camino junto a ti con tranquilidad.—En mi casa tengo uno, allí puedo tocar algo para ti.

..

—Dime que esto es una broma.—Ymir soltó, abriendo la puerta de su habitación, viendo cómo había una sola cama.

—Entrar entramos, pero..es muy pequeña la habitación, ¿no hay más disponibles?

—No, pero meh, no importa.—ella rio, sentándose en la cama, copiaste su acción.

No le dabas importancia a eso de dormir en la misma cama junto a tu amiga, es decir, cuando ella se quedaba en tu casa dormía contigo, a diferencia de que tu cama es mucho más grande a esta.

Pero ya sabías lo que sucedería a la noche, y que Ymir no dormiría aquí.

—Bueenas..—apareció Jean en el marco de la puerta — nos llama el profesor, hay que bajar.

—¿Iremos a algún lado?—pregunto Ymir, colocándose un buzo overzise y un abrigo más.

—Yap, a un museo de por acá.—respondió, esperándolas, para bajar los tres juntos.