¿neighbor? | hange zoe.

02 | volver

Arrojas con furia las llaves de tu casa sobre el escritorio de tu cuarto, tirándote en la cama y poniéndote a pensar sobre aquello que había sucedido esta noche.

¿Quien era esa mujer?

¿Y por qué despertó tanta intriga en ti?. A tu parecer sentias conocerla, como si ya la hubieses visto antes o quizás el único shot que bebiste te puso a delirar, debido a tu poca tolerancia al alcohol. Era tan atractiva, pero sentiste algo de culpa al "coquetearle" ya que igualmente tenías novio..

Y a ti si te gustaban las chicas.

Querías volver a ese escondido bar.. ¿por ella?, en absoluto. Tal vez sólo podrían ser amigas, y quizás ella también estaba en pareja.

En definitiva, volverías a ese bar.

Agarras tu teléfono para contestarle a Eren rápidamente e irte a dormir, aunque mañana no tendrías nada interesante que hacer.

tú
holaa, no puedo, perdón:c
mi madre no me deja salir, discutimos.

Bastaron simples minutos para que el chico respondiera a tu mensaje.

eren<3

ya veo.. esta bien, descansa.

Notaste que se había enfadado al menos un poco, casi siempre las peleas con tu madre evitaban tus salidas con el, y cada tanto el chico podía dormir junto a ti, pero ya a Eren no le gustaba tanto andar escondiéndose. Y era jodidamente molesto para ti el que tú madre sea así.

Caes en un profundo sueño, pensando en la desconocida del bar.

..

— Dios.. ilumíname o elimíname.

Escuchas a Ymir bufar mientras apoya su cara en la mesa del lugar en el que fueron a almorzar.

Te juntaste con tu mejor amiga, ya que hace algunos días no se veían y decidieron organizarse para el día de hoy, por la mañana.

— ¿Por qué dices eso? — ríes ante el comentario de la morena, llevando una papa frita a tu boca.

— Estoy exhausta.

— ¿De qué?

— De no encontrar novia.

Una carcajada se escapa de tu boca, pero la de pecas simplemente te asesina con la mirada, por lo que tragas grueso y decides ponerte un poco más seria.

— Ya llegará la indicada, Ymir. — le das una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡No te burles! — cruza sus brazos sobre la mesa blanca del lugar. —, llévame a algún sitio contigo. Quiero conocer gente nueva.

— Hablando de gente nueva.. debo contarte algo.

La contraria se puso esta vez algo más seria que antes, acomodando su remeron blanco que traía puesto, e hizo la misma acción con su reloj en su mano izquierda.

— ¿Qué sucedió?

— Uhm..— no sabías cómo iniciar la conversación, bebiste un sorbo del refresco que tenías, y comenzaste hablar. — bueno, ayer, como de costumbre discutí con mi madre, y me fui de casa.. como a las dos de la madrugada.