15 | revenge

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narra (n)
flashback en cursiva.

Mientras Hange toca con tranquilidad el piano, no puedo evitar deleitarme al verla hacer tal acción. También observo que al lado de varios trofeos, había cuadros sobre la castaña cuando era pequeña, con sus padres.

A la mujer la recuerdo bastante, cómo se presentó ante mi amablemente cuando le fui a pedir si podía jugar con su hija, las cosas deliciosas que nos cocinaba, y lo cuentos que nos contaba.

— Entonces, la pequeña princesa se adentró en el bosque — la mujer nos leía un cuento que encontró entre los estantes de Hange, de tapa rosada, combinada con distintos tonos de morado — En busca del castillo..

Era una mujer bonita, elegante, y sobre todo dulce. Su cabello castaño, al igual que el de su hija, se encontraba recogido en un moño, sus piernas se encontraban una sobre la otra, y sus lentes de marco negro reposaban sobre su nariz.

Hange y yo, acostadas, al borde del sueño, la escuchábamos con mucha atención, tenía una forma de narrar tan única y linda.

Hange amaba a su mamá.

¿Que paso entonces? — pregunte intrigada, la mujer me ofreció una sonrisa para continuar leyendo.

— La princesa, encontró el castillo..y

No recuerdo más, esa vez me quedé dormida. Lo que sí se esque, la mujer, siempre que nos íbamos a dormir nos daba un beso en la frente, diciendo un "descansen".

Honestamente, le tuve envidia en cierto punto a Hange.

Me pregunto cómo estará su mamá ahora, quisiera verla.

Deje de lado mis pensamientos cuando el ruido del piano paró, y la de ojos cafés volteó a verme, brindándome una sonrisa.

— ¿Te gustó?— me pregunto.

— Dios.. Hange, tocas de ensueño. Eres realmente buena en esto. ¿Por qué ya no lo haces más? — pregunté, y luego inconscientemente revisé mis uñas.

— Bueno.. — comenzó a cerrar el piano, volteando a mirarme — sucedió algo a esa edad, y por eso no pude seguir. No me lo permití o simplemente lo dejé de lado.

Fue algo impactante, la expresión en su rostro, era tan nostálgica. No quise entrar en detalles, podría incomodarla y no es mi punto. Jamás la haría sentir así. Simplemente la mire, esperando a que pueda tratar de descifrar mi respuesta.

— Prometo decírtelo.. solo que.. — jugó nerviosa con sus manos — es mucho, y son tantas cosas.. necesito contarte un día que esté más relajada..— trato de encontrar las palabras.

— Claro, no tienes porqué apurarte. Yo te espero, siempre — le sonreí, dándole una sonrisa de tranquilidad, la cual ella me devolvió.

Durante unos segundos en silencio, ella finalmente habló.

— ¿Te puedes quedar a dormir conmigo? — me pidió.

Y yo, me derretí por ella ahí mismo.

..

El cuarto de Hange era el más lindo que vi. Era realmente grande. En el medio del cuarto se encontraba su cama, que era de más de dos plazas. Llena de almohadas y un acolchado color gris claro. Tenía estanterías con bastantes libros, su escritorio -que era lo único desordenado aquí-. Como su habitación quedaba en el segundo piso, tenía un gran ventanal, que dejaba ver todo.

¿neighbor? | hange zoe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora