I - Mercia

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Hay besos problemáticos que encierran una clave que nadie ha descifrado, hay besos que engendran la tragedia cuantas rosas en broche han deshojado.

Gabriela Mistral

Harry estaba acostumbrado a meterse en situaciones que solían irse de sus manos, pero esta vez era diferente, porque vaya que estaba controlando esta situación, ¿la razón? estaba saltando sobre la polla de un Alfa hermoso de ojos azules, al que conoció en el bar del pueblo en el que estaba de visita, en ese momento no le importaba nada más que no fuera terminar y tener su nudo dentro de él.

Se escuchaban sus respiraciones agitadas, los gemidos que salían de sus labios, los gruñidos del Alfa que le había gustado desde el primer momento en el que le vio, nunca había estado en una situación como esa anteriormente, ser un príncipe a veces no tiene tantas ventajas como el quisiera, así que tenia que aprovechar las que se le presentaban.

Al verlo por primera vez a los ojos una chispa le recorrió el cuerpo, no podía describir lo que sucedió.

— Mh, un poco más fuerte, por favor.— dijo a punto de llegar al orgasmo.

— Educado, me gusta — el alfa le tomó las caderas y comenzó a dar estocadas más fuertes, sentía como sus dedos se cernían sobre su cadera, imaginaba las marcas que habrían ahí, le recordarían lo salvaje que ese alfa había sido , no pudo evitar sentir el placer ante la actitud posesiva que estaba teniendo sobre él.

Harry gemía de placer, era abrumador como se sentía el alfa dentro de él, le costaba incluso respirar de lo lleno que se sentía.

Bastaron un par de estocadas más para que el nudo comenzara a formarse, cuando el omega sintió el cosquilleo que precede el orgasmo sintió un alivio recorrerle por la columna, su piel estaba erizada, sentía una presión dentro de él, era dolorosa, pero excitante, todo a causa del nudo, no pudo más, dio un fuerte gemido corriéndose sobre el estomago del alfa.

Sus respiraciones estaban agitadas, no habían encontrado una posición cómoda para hacer amena la situación, el nudo era una gran complicación que ninguno pensó antes de dejarse llevar por sus más bajos deseos. Harry recargo su frente sobre el hombro del Alfa tratando respirar mejor.

— ¿Nunca habías sido anudado verdad? — el alfa le preguntó, y negó con una sonrisa coqueta.

— Tú tampoco lo habías hecho, sino sabrías como acomodarnos — gimió cuando sintió que se movió dentro de él— eso dolió, por favor no te muevas.

— Lo siento, realmente lo siento, quédate quieto, por favor — acaricio sus rizos, a Harry casi se le sale un ronroneo.

— Bien — suspiró. — pero esto duele.

— Lo siento de verdad — dijo con un tono que admitía culpabilidad — se quedaron en un silencio cómodo, hasta que e alfa volvió a tratar de hacerle conversación, el pensaba que sería más amena la situación, evidentemente no era así. — ¿No eres de aquí, verdad? — Harry negó con la cabeza aún en su hombro — Lo supuse, jamás te había visto y conozco a la mayoría de la gente de por aquí. ¿De dónde eres?

— ¿Por qué tendría que decirlo? — levantó la cabeza mirándole fijamente — Tal vez soy un pordiosero buscando trabajo, o un prostituto.

— No lo eres, tus prendas son costosas — las miro abultadas en el piso — son telas finas se ve que son fabricadas exclusivamente por un sastre, y tus joyas — tomo una de sus manos entre las suyas, tenía anillos y algunas pulseras adornándolas. — son costosas.

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