Mercia.

XXVII - Año Nuevo.

Aprender que hay personas que te ofrecen las estrellas y otras que te llevan a ellas. Esa es la diferencia entre quien quiere y quien ama.- Mario Benedetti. 

♕

Harry estaba decidido a ir al baile que se celebraría por el año nuevo en el palacio, había pasado un par de días sin Louis, definitivamente no le había gustado, estaba dispuesto a contarle la verdad, no iba a dejar que les sucediera lo de antes, le prometió comunicarse y fallo en ello, se sentía culpable, nunca fue alguien que rompiera sus promesas, pero no quería que Louis tuviera una mala impresión de Marcus, porque al final era su padre, pero esta vez no iba a ceder, sabía que se había dejado convencer por el miedo, pero no iba a sacrificar tener a Alya por no tener a Louis, quería a los dos, porque eran su familia, y no quería vivir sin ninguno de ellos, Louis le ayudaría, por supuesto que lo haría, lo sabía porque amaba a la pequeña alfa, se sentía incluso estúpido por pensar que Louis no estaría de su parte.

Sabía que había estado en su casa visitando a Alya cuando él iba al refugio, notaba su olor impregnado en ella, e incluso en su cama, aún así mandaba a Luke a revisar que todo estuviera bien, de pronto habían aparecido un par de muñecas más, junto con un caballo de palo, era obvio que Louis era quien los había llevado, eso lo hizo sentir aún peor porque a pesar de que prácticamente  lo había corrido, él aún se preocupa por ellos, no merecía lo que le estaba haciendo, así que no había duda, iba a hablar con él.

Se arreglo más de lo que hubiera querido, quería pasar desapercibido pero la corona en su cabeza no iba a ayudar, sabía que no podía presentarse sin ella, era parte del protocolo, aún era un príncipe, así que suspiró y se miro una vez más al espejo, los pantalones le entallaban perfectamente, sus botas negras estaban pulcras, la camisa color azul resaltaba sus ojos, y su capa estaba perfectamente lisa, dejo un beso a Alya antes de salir de su casa, era la primera vez desde que había regresado a Mercia que le iban a ver, no le importaba quería hablar con Louis, y quería hacerlo cuanto antes, nada ni nadie le iba a detener. 

Pidió su carruaje para que le llevaran al palacio, imaginaba que el baile ya había comenzado, pasaban de las diez de la noche, pero le costo bastante dejar a Alya sola, tenía tanto miedo, pero era importante lo que iba a hacer, reunió al valor necesario y salió con grandes pasos de la casa. 

Cuando llego el baile estaba en pleno apogeo, se escuchaba la orquesta sonar, el sonido de las voces de las personas, las risas, había muchos olores mezclados, cuando entro al recibidor, fue r Diana quien estaba frente a él sonriéndole.

— Príncipe. —  la miro asombrado, pero hizo una reverencia. —  es un placer tenerle aquí. Bienvenido. 

— Hola, Diana, gracias por el recibimiento. —  le ayudo a quitarle su abrigo, y acomodo su capa. 

Suspiró y se dirigió hacía el gran salón, la atención en cuanto entro se poso en él, todos lo miraban con impresión, no le habían visto durante más de siete meses, así que fue una gran sorpresa, los viejos del concejo cuchicheaban mirándolo, no eran nada discretos, no querían serlo mejor dicho, la reina Marie se acerco apresuradamente para darle un abrazo. 

— Cariño. — le sonrió besando sus mejillas. — me alegra que estés aquí, no sabía si realmente ibas a venir. 

— Yo tampoco lo sabía. — dijo dudoso.— pero necesito hablar con Louis. 

— Me parece perfecto, él esta... —  comenzó a dar una mirada al salón, Louis estaba bailando con un omega, asumía que era Andrew por la corona que llevaba en la cabeza. — con Andrew.