Mercia.

XX - Reencuentro.

Mis pasos en esta calle resuenan en otra calle, donde oigo mis pasos pasar en esta calle donde solo es real la niebla. - Octavio Paz.

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Las mañanas para Louis se habían convertido en su momento menos favorito del día, despertar y darse cuenta que seguía sin la presencia de Harry le hacía querer volver a dormir, solo para seguir soñando con él, esa mañana era peor que todas, su padre le había estado insistiendo en conocer al príncipe Andrew, quería asegurarse de las alianzas con Sussex mediante un matrimonio arreglado, no podía siquiera pensar la posibilidad de estar con alguien que no fuera su hermoso omega de ojos verdes, habían recibido una carta de uno de los comerciantes más grandes de América diciéndole que tenían pruebas en contra de Edward, cualquier pista que les ayudará a poder ponerlo en mal la iba a aceptar, así que iría a Deira a recibirle, no tenía ni idea de que le deparaba el destino, pero nada le importaba que no fuera hundir a Edward Styles.

Camino por los pasillos vacíos del palacio, únicamente se escuchaban sus botas resonando sobre el pulcro piso, tendría que ir a avisar de su viaje a su padre, eso no le iba a gustar, pensaría que era una manera de evitar a los príncipes de Sussex, lo cual era verdad, pero sabía como disfrazar las cosas.

— Padre. — se hizo notar con su voz ronca. — ¿puedo hablar contigo?

Su padre dejo el papel que estaba leyendo, y le puso atención.

— Te escucho. — le incito a hablar.

— Partiré a Deira mañana. — anunció. — No quiero ningún tipo de contratiempo, iré a caballo así que me tardaré aproximadamente dos días en llegar, tres si me paro a descansar, llegaré apenas para ver a nuestro contacto.

—Estas evadiendo a Andrew. — hablo con molestia. — te conozco y sé que lo estas haciendo.

—No, simplemente hay cosas que tengo que hacer. — Era mentira, sabía que lo era, pero no quería tener que lidiar con la situación, no en ese momento.

— Llego una carta de Gales, el parlamento informo que va a empezar un juicio contra nosotros, Edward presentó una demanda formal para una declaración de guerra. — le tendió la carta que había llegado para hacerles saber de la decisión del parlamento.

— Es un maldito ambicioso, no puedo creer que le hayan aceptado algo así en el parlamento. —estaba furioso.

— Tenemos que llegar a un acuerdo para no ir a la guerra, no sabes como es Louis, no sabes lo que significaría eso. — su padre tenía una expresión que no podía descifrar.

— Lo arreglaremos, verás que lo haremos, no voy a dejar que mi pueblo sangre por los caprichos de un maldito rey mezquino, ¿tiene siquiera pruebas para que esto sea viable?. — su padre negó.

— No creo que las tenga, pero tiene contactos, el abuelo de Harry es el presidente del parlamento, así que me imagino que por eso procedió.

— No sabía siquiera que él abuelo de Harry siguiera vivo. — se removió un poco en su asiento al escuchar el nombre del omega.

— Te pido que te quedes a recibir a los príncipes de Sussex. — hablo serio. — lo mismo hiciste cuando llegó Harry y ya viste no fue tan difícil llevarte bien.

— No puedes comparar ni siquiera un poco lo que siento por Harry a lo que podría sentir por alguien más. — negó, comenzó a alterarse. — Harry es el amor de mi vida, así que no se te ocurra decir siquiera que podría ser parecido.

— Lo siento, Louis, pero de verdad estoy desesperado por mi reino, no sé como llegamos hasta este punto. — se veía abatido, tenía grandes problemas en la puerta.