Mercia.

XXXV - Coronación.

Invéntate y vuelve a inventarte cambia tanto de tono y forma que no puedan encasillarte jamás. - Charles Bukowski.

♕

Habían pasado más de dos meses desde que el rey Marcus había muerto, las cosas resultaron caóticas para Louis, no se había coronado como rey, pero ya ejercía ese papel desde el momento en que su padre fue dejado en la cripta familiar, el concejo estaba exigiendo que se casará, no lo iba a hacer por exigencia, lo quería hacer porque era algo que había querido con Harry desde hace tiempo, lo amaba y quería compartir su vida con él, pero no sabían si aún estaban preparados para ello, no lo había comentado con su omega, pero quería hacer las cosas bien, no iba a comenzar su vida con Harry de una manera que uno de los dos estuviera de acuerdo.

Alya estaba creciendo como la niña más feliz del mundo, había alegrado a todo el castillo después de los terribles sucesos, sus hermanos la adoraban, su madre tejía para ella, los trabajadores amaban corretearla, después de que estuvo un tiempo convertida en lobo, pudo controlar mejor a su alfa, así que comenzó a transformarse más tiempo, le encantaba morderle los pies a todo mundo, de pronto se escuchaban los ruidos de jarrones rompiéndose, ó su puerta siendo rasgada por un par de garritas, ya sabía que era ella, amaba verla feliz. 

 — Hola. — entro Harry a la sala del rey. Louis le sonrió haciendo que las arrugas alrededor de sus ojos se hicieran presentes. 

— Ven. — palmeo sus muslos, para hacer que el omega se sentará en ellos. Harry de inmediato lo hizo. — ¿Cómo estás hoy? — Harry se acomodo mejor en regazo y paso sus brazos por el cuello del alfa.

— Estoy bien. — lo beso suavemente. — me dejaste solo en la mañana, eso no fue de mi agrado.

— Lo sé, pero tengo muchas cosas que hacer, lamento abandonar nuestra cama. — paso un mechón largo de su cabello por la oreja, el cabello de Harry era precioso, cada vez más largo.

— Bajaste a los calabozos ¿no es así? — Louis suspiró, era cierto, Maximiliano estaba aún con vida en el calabozo de su castillo, iba diariamente a hacerle sufrir, sabía que Harry estaba en desacuerdo con eso, pero Maximiliano le había arrebatado demasiado, le había hecho mucho daño a Harry, tenía que pagarlo.

—Sí. — admitió sin más.

— Necesitas dejar de hacer eso, Louis, deja de torturarte, es hora de que hagas algo respecto a él, o lo envías a la cárcel o lo matas, no lo quiero viviendo aquí, y tampoco te quiero torturándote, no es como eres, no te va a devolver a tu padre, no nos hace bien. — Louis lo miro fijamente, tenía razón, pero sentía que no podía simplemente matarlo, quería que sufriera.

— Lo haré, lo colgaran en la plaza principal. — dijo decidido.

— Louis, no lo hagas de esa manera, no es como hacemos las cosas en Mercia, hace más de treinta años que no pasa, tú padre anuló eso.

— Pero ahora soy yo el rey, quiero que sepan que es lo que pasa si alguien se atreve a meterse con mi familia. — su voz salió fría, Louis podía ser la persona más amorosa con Harry, ceder a todo lo que él quería, pero imponía respeto, jamás se atreverían a decir que Louis Tomlinson no era una persona que no diera miedo. 

— Tienen claro después del juicio que no deben meterse con tu familia — beso su mejilla. —  No vas a colgarlo en medio de la plaza principal, no es como vamos a comenzar a reinar Mercia, no va a ser lo primero que nuestro pueblo va a ver de nosotros, quiero respeto, no miedo, cuando hay miedo la lealtad flaquea, no es lo que necesitamos. — Louis no pudo evitar sonreír, Harry veía a Mercia como su reino, como su hogar. — esto es en serio.