Llega en Domingo

Capítulo 2

Narra Camilo

Bruno me hizo acompañarlo a su cuarto, todos están fuera así que nadie se dará cuenta que vamos a hacer una visión, mis tíos están trabajando y mis tías y la abuela con Esmeralda hablando de la boda. Lo mejor que hemos hecho en este cuarto fue el elevador. Gracias a Isabela y Luisa hicimos uno es mucho mas fácil que subir ese millón de escaleras. Al subir el tío Bruno preparo el ritual, había escuchado de ellos porque Mirabel me contó, pero vivirlo es mucho mas emocionante, el color verde de sus brillantes ojos y su mirada tan poderosa, como se eleva la arena alrededor. Tengo arena en el cabello pero no me importa, es increíble ver como la arena forma imágenes. 

- Camilo, esto es tu futuro. - Dijo para seguir con la visión.

Me veo a mí, seria estúpido no hacerlo. Veo un empujón, alguien me empujón, me veo llorar, no distingo a la persona que está a mi lado, pero es alguien. Alguien me consuela y luego.. un beso pero vuelvo a estar solo. 

- Tío, no puede terminar aquí, por favor continua la visión. - Digo mientras toda la arena se vuelve una loza de cristal verde brillante. Al moverla me veo sonreír o llorar. ¿Esto tiene algún sentido? Digo, la visión de Mirabel salvando la casa era mucho mas detallada que esto. Esta solo me tiene a mi y muchos cuadros a su alrededor, quizás son hojas de papel o me están lanzando ladrillos. - No entiendo que es esto. 

- Es todo lo que vi en el futuro Milo. La visión tiene dos lados ambos posibles y ambos llegan a pasar en su momento. Quizás no la entiendes, pero alguien llegará a tu vida y te hará feliz, aun cuando no lo entiendas. Ve viendo a las jovenes del pueblo, probablemente pronto una sea tu novia. ¿Hay alguna que te guste? 

- No en si, Rosa es bonita.

- ¿Rosa García? Tiene lindo cabello, seria bueno que comiences a hablarle cuando vuelva a la ciudad. 

- No es mala idea, digo vamos en el mismo año, puedo hablarle y terminar teniendo novia este año. 

- Es una gran idea, pero cuidado con lo que dices, a veces puedes exagerar. 

- Tío, el gran Camilo Madrigal no tiene de que preocuparse. - Dije haciendo una pose dramática. 

- Lo que tu digas Romeo. Mañana es domingo y el lunes hay clases, es mejor que vayas a dormir mañana vuelven casi todos.

- Gracias tío, este galán se va. - Digo dando una gran sonrisa y saliendo de aquella cámara de arena. El lado bueno que no este Dolores es que no escucho nada de lo que hable con Bruno y de la visión que me dio. 

Al llegar a mi cuarto vuelvo a ver la visión, que son todos esos cuadros, ¿es algo literal o es algo que no he entendido. La verdad no entendí mucho de su visión, pero hey pronto tendré alguien que me quiera. 

*****

Es domingo, el dia que todos vuelven. Lo primero que hice al despertar fue ir a cambiarme, mi camisa favorita y mi poncho, siempre me da suerte. El amarillo me sienta bien y usarlo me va a dar suerte para cuando este con Rosa hoy. 

El desayuno, normal como siempre. Adoro ver al pueblo en movimiento, algunos me reconocen y me transformo en ellos, algunos chistes, saludos, pero todos se alegran de verme, aun cuando luzco como ellos. Mis amigos están de regreso, pero ahora a quien busco es a Rosa. 

- Hola Rosa. - Digo viendo a la hermosa chica morena delante mío. 

- Milo, justo la persona a quien estaba buscando.

- ¿Si?

- Si, ¿sabes quienes el chico de la casa grade? Escuché que se mudaron y quería saber si ya lo habías conocido. - Dijo Rosa con una gran sonrisa. Yo no pude mas que negar con la cabeza. ¿Quién es ese idiota que viene a robarse mi popularidad? - Entonces se mudó hoy también. Todos están hablando de él, que es un chico mas que guapo y si su casa es tan grande es porque es rico. Quiero conocerlo.