Narra Rosa
Ya ha pasado tres meses desde que mis padres abandonaron Encanto. La abuela de Dominico me ha enseñado varias para poder cuidarme sola. La otra vez me robaron la cartera del bolso sin que me di cuenta, así que empezó a enseñarme como evitar eso y como identificar a ladrones y posibles atacantes. Me recomendó siempre cargar con una navaja. Seguí su consejo, no tiene nada de malo estar precavida si alguien intenta atacarme.
La relación con las Madrigal es problemática todavía. Camilo parece que aún me odia, Dominico es agradable. Lo veo siempre actuando con demasiada seriedad, pero se preocupa por todos. Sobre los demás de los Madrigal, Pepa no me soporta, a casi todos les doy igual, la que no soporta para nada es la señora Alma. Ella me ve y me gira los ojos. En cuanto a Isabela, esos besos suben de nivel, pensar que hace poco tiempo le daba pena que la besara en la mejilla y la otra vez de regreso a Encanto estuvimos un buen rato detenidas. Es agradable, hablamos respecto a todos los problemas que llegó a tener durante su vida para ser perfecta y le conté los que yo tuve con mis padres, las ideas de mi madre.
Me levanto temprano para ir a trabajar, golpean la puerta con mucha fuerza. Creo que la abuela Victoria (la abuela de Dominico me hizo llamarla así) se fue a visitar a los Madrigal, extraña a su nieto.
- Ya acá estabas malparida. - Dijo un hombre tirando de mi brazo. Yo intento resistirme y evitar que me tomen, pero es demasiado fuerte. Saco la navaja y le doy una cortada en el rostro. Por suerte esto me dio la oportunidad para correr. - Jueputa, te atraparé.
Doy unos pasos, pero una enredadera me arroja lejos. Veo mi casa desde aquí. Unos segundos después caigo en una montaña de rosas. Solos son las flores, no tienen los tallos ni nada. Solo son un montón de flores rojas. Me levanto y delante mío se encuentra Isabela muy molesta. Tiene al hombre delante suyo atado con lianas y enredaderas. Ver como se encuentra así atado y con plantas carnívoras a su alrededor. ¿Por qué me trae recuerdos?
- ¿Quién demonios eres tú?
- Silencio. - Dijo haciendo que una enredadera amordace al hombre - Yo pregunto, tu contesta. ¿Qué vienes a buscar con Rosa?
- Esa mujer nos debe dinero. Sus padres le dejaron una deuda y ella debe pagarla. Nos debe más de 5,000. Ella es un pagaré.
- ¿10,000? - Dijo ella. - Esperen aquí ambos.
Sin decir más nos dejó ahí esperando. El hombre intenta soltarse, pero no es posible por todas las lianas. El hombre me voltea a ver queriendo que lo soltara, pero no debo hacerlo.
- Lo siento, si lo intento soltar las plantas lo atacaran. Lo lamento. - Dije a lo que el hombre respira con fuerza. - Por cierto, yo ya no tengo nada que ver con mis padres. Ellos se fueron y no dijeron nada. Creo poder conseguir ese dinero a fin de mes. Mis padres se robaron mis ahorros. Cuando los pague por favor déjenme sola. No tengo nada que ver con ellos.
- Aquí tiene. - Dijo Isabela soltando al hombre. Ella le da un sobre al hombre.
- Isabela. - No puede pagar mi deuda.
- Ahora, no vuelva a molestar a mi esposa. - ¡Esposa! ¿Qué acaba de decir? Querida ni me has dado el anillo. - Si vuelves a venir, si otra persona viene aquí a amenazar a mi esposa no seré tan buena como lo fui ahora.
- Si. Como diga señora. Ya no la molestaremos. - Dijo el hombre para después irse asustado. Isabela me voltea a ver y me mete a la casa de los Macías con fuerza. - Listo, ya no te molestaran.
- Querida, que fue eso que dijiste. - Dije yo aun confundida. - Me llamaste esposa.
- ¿Y? - Dijo acercándose a mí. Me arrincona contra la pared. - Ahora eres tímida. Es gracioso verte así. Tenerte... asustada.
- Isabela, no es momento para eso. - Dije alejadme.
- ¿Que? Fue para asustarlos... no me digas que. Bueno, entonces ya eres una Madrigal.
- Isabela. Tenemos tres meses saliendo. Además, no me diste anillo querida. - Dije burlándome. Eso la va a calmar. La va a hacer olvidar todo esto. - Isabela.
- ¿No te gusta? - Dijo ella. Hay un anillo de flores en mi dedo. - Es un por ahora.
- ¿Qué dirá tu familia?
- Nos las arreglaremos después. Ahora estas comprometida. - Dijo dándome un abrazo y después un beso. - Rosa Madrigal. Suena bello.
- Todo queda bien conmigo querida.
- Hay algo que no queda bien contigo en este momento. - Dijo viéndome. - Tu ropa.
- Isabela... podemos ir a tu cuarto. - Digo yo lamiendo mis labios. Isabela por esto se puso muy tímida por esto. Me acerco a su cuello pasando mi lengua un momento. Su ropa tiene varias rosas en su cuerpo. - ¿Nos vamos, querida?
- Te vas a arrepentir por esto. - Dijo ella con una voz lujuriosa.
******
Dos años después, me despierto en el cuarto de Isabela, veo el anillo que tengo en mi dedo. El olor de las rosas invade mi nariz. Ese dulce aroma, Isabela hizo crecer todas las rosas en su cuarto porque son mis flores favoritas. Mi vida cambio en cuestión de dos años.
¡Resumen! Vivo en casa de los Madrigal, la abuela todavía me odia, estudio pediatría. La abuela Victoria me ayudó en eso, de regalo de bodas me pagó la inscripción para poder entrar a la universidad.
Al estar en las escaleras veo a Isabela sentada viendo a los hijos de Dominico y Alejandra. Son tan bonitos los niños jugando. Demasiado tiernos todos.
- Isa, ¿sucede algo? - Dije yo. Veo que se encuentra viendo a los pequeños. - Seria bonito tener una familia.
- Ya hemos hablado de eso. - Dijo viéndome.
- Lo sé, pero he visto que tu deseo es tener una familia. Podemos iniciar una.
- No quiero que te embaraces, estas estudiando. - Ya lo suponía, Isabela pensaba que yo me embarazaría. Siempre he creído que Isabela debería embarazarse. De esa forma la bebe heredaría el don mágico.
- Tu también te puedes embarazar. Creo que serias una buena mami. - Dije sonriendo.
- Entonces, tenemos que pensar en quien sería el padre. No podemos cambiar como Camilo.
- ¿Qué cualidades buscarías en una persona? - Pregunte viéndola. Es interesante saber que esperaría de una pareja.
- Que sea amable, inteligente, atento, amoroso, respetuoso, no vanidoso, reservado. No quisiera que fuera una persona muy frívola. Observador, es importante que sea alguien que sepa leer el ambiente.
- Ya solo di que Dominico.
- ¿Qué?
- Isabela, estás describiendo a Dominico. - Dije yo girando los ojos. - Todo lo que dices lo tiene Dominico.
- No, no creo.
- ¡Dominico! - Le grité a lo que viene. Seguramente dirá que no, pero podremos buscar a otra persona. Él se nos queda viendo a ambas. - Queremos tener un bebe.
- Rosa. - Dijo golpeándome en el hombro.
- Isabela quiere embarazarse y queremos que tú seas el papá. - Dije yo.
- ¡Que quieren que! - Grita Camilo a nuestras espaldas. Se ve completamente molesto. Su rostro se ve completamente furioso.
- Tengo que considerarlo. - Dijo Dominico.
- ¡Nico! - Gritamos los tres. No esperábamos que Dominico fuera a dar esa respuesta. ¿seremos madres?
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Llega en Domingo
FanfictionHan pasado ya dos años desde que casita quedó reconstruida. La vida de los miembros de la familia Madrigal se volvió mucho mas agradable, todos disfrutaban de tener a Bruno de regreso. La familia comenzaba a crecer y con esto llega el amor. Camilo M...