Capítulo 3

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Narra Camilo

Ahora puedo decirlo simple. ¡No soporto a Dominico! Han pasado un par de meses desde que vive en el pueblo y es un soberbio, sin importar quien intente hablarle se aleja de todos. La única que logra conversar con él unos minutos es Mirabel porque todos los demas no somos dignos del príncipe. Se reunió una vez conmigo y mis amigos y no dijo ninguna palabra, el resto de los almuerzos se la vive solo leyendo un libro alejado de todos. Bueno, Mirabel lo acompaña, ¡pero ella no cuenta! Mirabel siempre fue fanática de leer y esos dos parecen entenderse con libros, pero aparte de eso ignora a todos. 

Esa actitud de príncipe inalcanzable lo hace aun mas deseado entre mis amigas. Rosa sigue intentando llamar su atención pero es imposible porque el chico ya ha rechazado salir dos veces con ella. Una fue a un café y la segunda la vez que fueron todos a la ciudad... bueno, todos menos yo porque tendría que quedarme a cuidar a un bebe en lo que sus padres trabajaron todo hasta tarde. Bueno, a veces va a casa a hablar con Mirabel, creo que mi prima también se encuentra interesada en él y por eso siempre se encuentran juntos. 

- Camilo, puedes quedarte unos momentos por favor. - Ahora de paso la maestra me ha pedido quedarme despues de clases. Ahora que nuevo problema tengo. Yo me detengo para quedarme solo en el salón con ella. - ¿sigues ayudando al pueblo verdad? El pueblo está muy agradecido con eso, pero tus calificaciones son mas bajas que nunca. 

De acuerdo... mis malas calificaciones no son nada nuevo. Me da pereza hacer las tareas en casa, digo el dia es agradable, soy joven. Lo mejor que puedo hacer es ir a dar una vuelta, comer, ayudar a la gente, y comer mas. Bueno, debería preocuparme un poco por el futuro y mis calificaciones, pero como un Madrigal terminaré viviendo aquí y siguiendo que el pueblo sea mas grande y ayudando a todos los miembros del pueblo. 

- Lo siento maestra, he estado un poco distraído últimamente. Puedo reponerme pronto.

- Tus calificaciones son peores que en cualquier otro año. Creo que es mejor que comiences a tomar tutorías. Le pedí a uno de tus compañeros que te ayude con las materias en donde tienes peores calificaciones. - Ahora alguien mas se enterará que tengo malas calificaciones, no soy un idiota. Solo tengo pereza de hacer las tareas o poner atención en clases. - Tu compañero Dominico Macías es el mejor de la clase y eso que es su primer año viviendo en Encanto. Le pedí que fuera tu tutor y aceptó. Dijo que puedes ir a su casa hoy cuando hayas terminado tus tareas en el pueblo. 

- Si maestra. - Ahora no solo tengo que aguantar a Don perfecto en la escuela, ahora tengo que soportarlo despues siendo mi tutor. No me queda de otra, iré despues de hacer los deberes en el pueblo. 

*****

Bueno, estoy aquí de regreso en la casa grande. Vine solo, no quiero que mis amigos sepan que necesito un tutor. La anciana de la otra vez me llevo al cuarto de Dominico, es el cuarto desde donde veo a casita. Vaya, casita es bonita desde lejos, llena de colores y vida. No como esta que todas las paredes son blancas y tiene un patio dentro, pero no tiene plantas su patio es de piedra. Tiene un gran espacio aquí, un escritorio, un tapete a mitad del gran cuarto y una cama muy grande. No tiene fotos o cuadros, todo es blanco, don guapo es muy aburrido. ¿Acabo de llamarlo guapo? Bueno, la señora me dijo que está tomando una ducha así que me doy una vuelta por el cuarto y en el escritorio hay un cuaderno muy bonito. Quizás es un diario, ahora sabré si está enamorado de Rosa y esa es una actitud de macho o idiota fingiendo no estar interesado en ella. 

- ¿Qué haces? - Mierda, casi abro el cuaderno, pero el verlo en la puerta me asustó y di un paso atrás alejándome del cuaderno y cambiando de forma varias veces. Dominico voltea a ver el libro y sus ojos se abren, creo que está muy molesto. - ¿Lo abriste?

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