Una llama familiar
Narra Narrador
La casa de los Madrigal se encontraba llena de alegría. El tener nuevamente a una pequeña fue algo que les trajo dicha. La pequeña Alejandra ya casi cumple un año como hija adoptiva del varón de los hijos de Pedro y Alma. La pequeña se volvió la nieta favorita de Alma, siendo que al ser la única niña y ser sumamente dulce y cálida se ganó el corazón de la mujer en cuestión de unos días.
Por parte de las relaciones en casa de los Madrigal una de las hijas de Agustín y Julieta los dejó sorprendidos al presentar a su pareja y pronto compromiso. El embarazo de Dolores fue una hermosa niña, una pequeña niña de cabellos lacios como su padre y ojos grandes como su madre. Salomón se ponía celoso primeros días al ya no ser el nieto favorito de su abuelo quien ama tener su primera nieta en brazos todo el día.
La familia se encontraba dormida. Son tempranas horas de la mañana siendo que todos se encontraban dormidos todavía. El sol apenas comenzaba a mostrarse esa mañana.
- ¡Abuela! - Dijo Mirabel golpeando con fuerza una y otra vez la puerta de su abuela. La mujer se despierta de un fuerte golpe al escuchar estos continuos golpes. - Abuela, es importante, despierta.
- ¿Qué sucede Mirabel? - Dijo la mujer con su cabello en dos coletas y aun usando su camisón como pijama. - Es muy temprano, vas a despertar a todos con ese ruido. A propósito, ¿Qué haces despierta a estas horas de la mañana?
- Abuela, sígame por favor. Sucedió algo que no esperaba. - Dijo apurando a la mujer a que lo siguiera. La mujer resoplando por el cansancio y haber interrumpido su sueño. - Me desperté para ir al baño, pero antes de llegar al baño casita me empezó a empujar. Al principio no entendía porque lo hacía, tomé la dirección que me indicó casita. Al principio no podía creerlo, no esperaba que fuese eso, pero ¡Lo es!
- Mirabel, si no me dices que es no voy a entenderte... ¿es eso real? - Dijo la Mujer viendo a lo que su nieta se refería, por lo que estaba tan emocionada.
- Abuela, como no sería verdadero esto. Tengo que buscar a tío Bruno. Él debe saber de esto.
Alma se quedó viendo lo que se encontraba delante suyo. La puerta que se había formado, no tenía todavía una imagen, faltaba que un niño la tocase. La mujer se ve completamente incrédula que sea esto por Alejandra. Dentro de la familia nunca se había adoptado dentro de la familia, no esperaban que una niña adoptada pudiese obtener un milagro.
- Mirabel, habla más despacio por favor. No entiendo... ¿es eso una puerta? - Dijo Bruno siendo jalado por Mirabel hacia la puerta que se encontraba próxima a la suya. - Los gemelos apenas tienen un año y Carmela es una recién nacida.
- Amor, - Dijo Esmeralda llegando detrás suyo. - Alejandra tiene un año con nosotros.
- Si, hoy es su cumpleaños aquí en casa, llegó a casa el mismo día que las monjas dijeron que llegó. - Dijo aun entender a qué se refiere su esposa.
- Bruno, cuando la adoptamos tenía cuatro años, con nosotros lleva un año.
- Si, ¿Qué tiene eso?
- Bruno, cuatro más uno. - Dijo Esmeralda con los dedos de su mano delante de su esposo a lo que hace la cuenta. El hombre al entender que su hija ya tiene cinco años abre los ojos muy sorprendidos.
- Cinco años. ¿Es eso posible? ¿Qué el milagro suceda en una hija adoptiva? - Dijo sorprendido. - Deja la busco, que toque la puerta.
- Bruno espera. - Dijo su madre sujetándolo del hombro para evitar que corra a despertar a la niña. - Es su ceremonia, y como la de todos los Madrigal debe ser perfecta. No podemos simplemente ir a despertarla tan temprano. Tenemos que decorar la casa, preparar la cena, invitar la pueblo. Tenemos que hacer que la ceremonia de Alejandrita sea perfecta.
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Llega en Domingo
FanficHan pasado ya dos años desde que casita quedó reconstruida. La vida de los miembros de la familia Madrigal se volvió mucho mas agradable, todos disfrutaban de tener a Bruno de regreso. La familia comenzaba a crecer y con esto llega el amor. Camilo M...