¿Y si nos quedara poco tiempo? (II)

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Las puertas de presidencia se abrieron dejándome ver a un Calderon totalmente indignado.

M: hermano, usted sí es mucha porquería, no? Dejar a uno ahí con la duda encima matando

Resople. Acomode mis papeles.

A: no se de que habla, Calderon

M: ¿de qué habla? ¿Esta usted bien o ya me lo dejaron mal anoche?

Y lo recordé. La noche anterior había ido a la casa de Betty completamente cegado de los celos luego de haberlos visto en Le Noir.
Según mi itinerario del desastre debía de haberle contado todo, luego las tontas notas del día e intentar que ella me perdonara.

A: vea, Calderon. Hay algo que le tengo que aclarar, y quiero que me escuche muy bien. No quiero que vuelva a meter sus narices en mi relación con Beatriz

M: ah bueno -se sentó frente a mi, sonriendo con picardia- ya veo ya veo, ya la convenció? ¿La dejo contenta? O mejor dicho ¿me lo dejaron contento?

A: ¡basta Calderon! No más, no más. Eso a usted no le incumbe. Pero hay algo que si le voy a confesar y escucheme bien cuando se lo digo -el me miro expentante- esta mañana he visto la verdad a la cara, la he sentido ¿y sabe que conclusiones he sacado? Me imagino que ya las supone, pero aún así se las voy a decir frente a la mujer de mi vida que está ahí adentro, -señale la puerta de la oficina de Betty- esa boda no se va a hacer, ese error no lo pienso cometer, no voy a atarme inútilmente a una mujer que no amo porque antes de que pueda protestar, Daniel Valencia piensa vender la empresa y tan solo en unas horas va a enterarse del embargo porque, hermano, todo el mundo lo sabe, es una bomba de tiempo. Así que ya lo sabe, el matrimonio no va a pasar, no firme el contrato y esta misma noche va a terminar todo

Mario se río, río fuerte. Frunci el ceño.

M: vamos a hablar en la sala de juntas, le quedo muy bien la actuación -susurro-

Rode los ojos.

A: ninguna actuación, Calderon, ninguna. Le estoy diciendo la verdad

Mario se puso serio.

M: enserio, Armando. Ya me esta asustando, mejor vamos, quiere?

A: si quiere lo dejo que procese un poco la información que parece no le cabe en su cerebro

M: ¿entonces es verdad? Dios mío, dios mío! Pero...que le dio, ah? O usted sigue todavía borracho? Que le hizo anoche para dejarmelo así?

A: quiero que desde hoy comience a respetar mi relación con Beatriz, y también a ella. No le acepto ningún insulto, ninguna broma más, Calderon. Porque lo echo a patadas, se lo juro

M: okey, okey -levanto las manos en son de paz- no se me ponga violento, hermano

A: y por cierto, Betty lo sabe todo

M: ¡ay no! No me diga que se lo dijo

A: no, ella descubrió su siniestra carta. Le ruego que se mantenga alejado hasta que pueda hablar con ella de todo esto. La situación con Daniel lo vere con ella, luego yo le avisó

M: ¿me va a dejar afuera de todo? Auch

A: suficiente a metido sus narices, ¿no le parece que es demasiado ya, mi querido amigo?

Las puertas se abrieron y llegaron quienes sabía que vendrían: Marcela y mi mamá.
Mario saludo y se retiró. Yo salude a mi mamá y ella me propuso ir caminando por la empresa mientras nos poníamos al dia. No hable mucho, no quería que se me soltara nada frente a Marcela.
Al volver, mamá y Marcela se fueron a ver el vestido. Me escapé a presidencia antes de que las modelos me atraparan. Al entrar e ir directo a donde Betty, noté que le entro la llamada de mi papá, la cual sabía que llegaría. Lo atendí, me habló de la boda a lo cual solo le respondí que pronto tendría noticias de ello y cambie de tema. Ella se quedo allí observandome y yo a ella. Me atreví a acariciar su mano y para mi suerte no se apartó.
Mi papá colgó y mi mano voló a su mejilla.

What If... (YSBLF Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora