Auras dispersas

Capítulo 11: Sueños aterradores

ADVERTENCIA ⚠️⚠️⚠️: Si eres una persona sensible te recomiendo que no leas el capítulo si estás comiendo o algo así ya que describiré escenas sangrientas y un poco aterradoras. Y si aún así vas a leer te recomiendo que abraces una almohada si la necesitas.

Dormir....

Es una de las cosas que me encanta hacer.

La sensación de llegar a casa después de un largo día en el que te desgastas físicamente y mentalmente para luego saltar a tu cama cubierta de un edredón suave y fresco junto a muchas almohadas.... no se compara con nada.

Porque el dormir se siente como esa recompensa que esperas después de un largo camino que haz tenido que recorrer, sólo para que al despertar vuelvas a tener tus energías al cien por ciento para salir al mundo y enfrentarte a los obstáculos con los que te encuentres.

O bueno..... así lo veo yo.

Pero las opiniones, las ideologías, las creencias así como todo lo demás que creemos conocer o saber a la perfección también pueden cambiar en poco tiempo y volverse lo contrario a lo que pensábamos en un principio.

...

Cuando abrí los ojos me di cuenta que me encontraba en un prado, la luna llena estaba siendo tapada por varias nubes negras en el cielo, las estrellas al parecer habían decidido no salir a brillar esa noche como si quisieran ocultarse y no ver lo que estaba a punto de ocurrir.

Miré a los alrededores y no se veía nada... ni una casa o alguna persona cerca, todo estaba en completo silencio; poco a poco todo el prado se cubrió de neblina y se desataron fuertes corrientes de aire frío.

El frío helado traspasaba la tela de mi pijama así que me abracé a mi misma, mis dientes no paraban de rechinarme. No podía ver bien porque la noche estaba oscura y había muy poca luz de luna para saber a donde ir a refugiarme.

Avancé hacia el frente y mientras seguía caminando en esa dirección, note que la neblina se despejaba hasta verse como un camino por lo que empece a avanzar con mayor rapidez.

"Era como si algo me estuviera llamando"

Cuando llegué hasta el final del camino..... visualice a lo lejos una enorme casa; antes de llegar a ella había una reja de color negro pensé que estaba cerrada pero cuando me acerqué me di cuenta que tenía el candado abierto; la verdad tenía mucha curiosidad pero además de eso comenzó a llover muy fuerte y no quería mojarme. Después de haber abierto la reja me fui corriendo hacia la casa para no mojarme más por la lluvia, cuando iba a abrir la puerta me detuve por un instante; al parecer el ratoncito que tengo en la cabeza comenzó a trabajar y reflexiono más la situación en la que me encontraba.

Estaba a punto de entrar a una casa desconocida la cual en la entrada tenía un candado pero éste estaba abierto ¿Y si hay alguien dentro? y ¿si es una trampa?.

Vale si se ve muy sospechoso pero tomando en cuenta las demás circunstancias de que me estoy muriendo de frío y me estoy mojando todo indica que debo entrar aunque debería ser cuidadosa por cualquier cosa; así que respire profundamente y cuando intente empujar la puerta esta se abrió sin ningún problema.

"Vaya otra señal de que todo esto es muy extraño..... pero aún así tengo que entrar"

Con mucho cuidado emparejé la puerta de la entrada y al girarme me quedé asombrada.

La casa tenía muchos ventanales por los cuales se colaba la poca luz de afuera, en el medio del salón había una gran escalera que al ir subiendo se dividía en dos para llevar a dos lugares diferentes del piso de arriba.