Capítulo 18: Revelaciones

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"Nunca nos fuimos, siempre estuvimos entre la gente, caminando entre ustedes sin que lo notarán.... esperando el momento perfecto para refrescar sus memorias y que recuerden su verdadero lugar".

No podía creerlo.

Más bien no quería aceptarlo.

Cuando desperté lo primero que mis ojos vieron fue el techo de mi cuarto, estaba anocheciendo.

Me levanté y abrí la ventana para que entrara aire fresco. La hermana Gertrudis que se había especializado en enfermería vino hace un rato junto a la madre superiora: dijo que fue la conmoción del suceso lo que me causó mucha impresión por lo que me recomendó descansar y no recibir noticias fuertes.

Mentira

Más bien fue que yo sabía lo que le pasó a la joven novicia.......

No sabía que hacer, me sentía frustrada, no paraba de pensar en sus palabras, nunca la conocí viva pero la ví en mis sueños.

Pero ¿De verdad la chica está muerta?, ¿Por qué la soñé y vi todo lo que le pasó?

Pasaba por el ropero cuando por accidente una pila de ropa que doblé se cayó, tuve que agacharme para recoger la ropa que estaba dispersa en el suelo, mientras volvía a doblar la ropa y ordenarla sentí algo liso tocar la yema de mis dedos.

Entre las piezas de ropa estaba oculto un sobre amarillo tamaño carta, lo miré extrañada.

¿Qué hacía un sobre amarillo entre la ropa que tenía en el ropero?

De inmediato lo solté cuando recordé algo que me había dicho la chica.

"Un sobre, no me digas que es este sobre del que ella hablaba"

Miré aquel sobre y decidí ver si decía sobre que era o para quien estaba destinado. Tenía esperanzas de que fuera de otra cosa pero no fue así....

"Destinatario: Catalina Alfaro Mejía
Remitente: ????"

El sobre era para mí pero no decía quien lo mandaba, a ese punto ya sentía que no eran buenas noticias.

Con precaución lo abrí lentamente y sólo había tres cosas:

Era un libro de hojas antiguas con escritos a mano, un sobre blanco pequeño que estaba sellado y una memoria USB.

Me puse a ojear aquel libro y me di cuenta que se trataba de un diario. La primera página tenía en letra manuscrita el nombre de Leonor, tragué saliva por qué si era su diario significaba que ella había sido la que me mandó todo esto; pero pasé a la siguiente página.

25 de Octubre del 2020

El día estuvo muy lluvioso, parecía que se haría una tormenta pero ahí estábamos, recargados en la parada del bus, todo parecía igual..... El clima, las personas, los cientos de autos que pasaban junto a nosotros pero nosotros habíamos cambiado.

¿Cuándo?.... No lo sé exactamente.

Lo único que sé es que el aire se sentía sofocante y más si estaba a tu lado.

Antes me sentía feliz junto a ti..... Pero ahora sólo siento incomodidad.

¿Por qué cambiaste?

Es lo que me hubiera gustado preguntarte aquel día, pero no me atreví, sólo tuve el valor de salir corriendo de allí e irme a casa dejándote atrás mientras que tú me gritabas desde la parada del bus.

Auras dispersasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora