Advertencia ⚠️⚠️⚠️: se tratarán algunos temas que pueden ser sensibles para el lector@, como acoso, violencia y situaciones desagradables. Si aún estás dispuesto a leer pido discreción. Gracias.
"—Tengo el gran honor de darles la noticia de que el juego de las reinas y los reyes ha comenzado; pero no hay que olvidar a nuestros caballos, torres, alfiles y peones; todos tendrán su oportunidad. Este juego no discrimina a nadie después de todo cualquiera que está dispuesto a despedazar a alguien más por su posición es válido, siempre y cuando paguen el precio marcado."
Las luces se apagaron repentinamente dejándome en completa oscuridad.Y lo último que le escuche decir fue....
—La única forma de que logres ganar el juego es si tienes las agallas para dejar tu moralidad aún lado y ceder a tus impulsos. Te desearía suerte pero eso no existe, sólo hay hechos y decisiones.
La sensación de un vacío en el estómago por la incertidumbre de no saber a dónde se había ido cuervo y si seguía por ahí me dio escalofríos. Cerré mis ojos y traté de calmar mi respiración para encontrar alguna solución, al contrario del principio no escuche ninguna voz a lo largo del laberinto; todo era silencio absoluto.
Cómo si fuera la única dentro de esto.
Toque las paredes hechas de espejos para saber por dónde andar, estuve así por un rato sintiéndome desorientada; las luces se prendieron mostrándome a una mujer vestida de negro, llevaba un velo y el cabello cubriéndole la cara.
Tenía entre sus manos una pequeña bandeja de madera donde reposaba un vasito de madera con algún extraño líquido, decorado con una flor blanca pequeña y tenía sobre la bandeja pequeños cuarzos de colores.
—Buscas lo que alguna vez te perteneció, pequeña luciérnaga. Ese es tu destino.— la mujer murmuró mientras que se sentaba en el suelo.
—¿De qué habla?— la miré de reojo mientras guardaba mi distancia con ella.
—Has olvidado lo brillante que llegaste a ser y ahora no sabes cómo seguir en este camino lleno de penumbras.
Me quede callada; por un momento se me ocurrió pensar que era una adivina o algo así por la seguridad que mostraba al decir esas palabras.
—Yo sé lo que te atormenta pequeña luciérnaga...... ¿Ya aprendiste a lidiar con ese ser de oscuridad?— la mujer bebió aquel brebaje que le escurrió por las comisuras de la boca.
Ser de oscuridad...... Acaso se refería al cuervo.
Debido a que las luces eran en tonos rojos hacían ver como sangre ese líquido oscuro que le escurría por el cuello. En el momento de que hice contacto visual con ella y le vi el rostro me estremecí.
Sus ojos eran por completo negros, me miraban fijamente y sus párpados nunca se cerraron; sus mejillas estaban cortadas cerca de la zona donde debía estar su boca formado una sonrisa de oreja a oreja; la piel que colgaba se veía podrida y negra; parece que la mujer se dió cuenta de mi expresión porque rápidamente bajo la cabeza.
Me invadió un sentimiento de culpa por lo que me tragué el miedo y volví a hablar.
—No, no bajes la cabeza.— le dije acercándome a ella. La mujer alzó la cara y sonrió.
—Sigue prevaleciendo en ti pequeña luciérnaga.
—¿Qué cosa?— la mire directamente.
—Esa esencia tan maravillosa.— dijo fascinada.
—Mi esencia, no entiendo.— por alguna razón el miedo se desvaneció poco a poco y me sentía cómoda hablando con ella apesar de su apariencia. El aura que transmitía era agradable, en un tono lila.
ESTÁS LEYENDO
Auras dispersas
Mystery / Thriller¿Qué pasaría si tuvieras una habilidad única que nadie ha tenido? Poder ver colores a través de las personas. Es el pan de cada día para Catalina. No entiende cómo sucedió pero puede hacerlo y no sabe si eso es bueno o algo malo, tampoco si esto ocu...