"Mi madre decía que si le pedía un deseo a una estrella fugaz se cumpliría......pero ¿Por qué cuando se lo pedí aún así te fuiste?"
Eilán Zervas Sideri
Aterrada era una palabra que se quedaba muy pequeña comparada a lo que estaba sintiendo en estos momentos.
¿Vino por mí, a matarme?
¿Me vio en la carretera?
¿Qué hago?Mi cuerpo y mis nervios me estaban jugando una mala pasada, agarré con más fuerza el palo que tenía entre mis manos y lo miré, Zuky no paraba de ladrarle.
"¿Por qué nadie viene?, ¿Qué no oyen a Zuky ladrar?"
El hombre no me había visto hasta que se dio cuenta que iba a golpearlo si no hablaba, además de que Zuky lo tenía acorralado.
—Esta bien tranquila, ¿Es tu perro?, puedes alejarlo de mí por favor, no quiero que me ataque.
—Esto es propiedad privada ¿Cómo entró aquí señor?. Responda—agradecí que mi voz saliera fría y dura y no revelará como me sentía.
—¿Señor? ¿Es en serio?— moví el palo con intenciones de golpearlo y fue entonces que se levantó y Zuky le ladró con más fuerza.
—Esta bien, está bien, no soy un ladrón si, no pienso lastimarte a ti ni a nadie— el comenzó a sacudir su ropa mientras que me miraba detenidamente, no me gustaba que me mirara como lo estaba haciendo, me sentía incómoda.
Sus ojos eran de un color muy inusual.... En el centro eran verde aceituna pero conforme se alejaba del iris había un tono mucho más oscuro , sin mencionar que su aura seguía teniendo ese color tan repulsivo.
—Manténgase en ese lugar, llamaré a la policía.
—¡NO ESPERA!— intentó acercarse a mí pero Zuky no lo dejó, estaba apunto de llamar a emergencias cuando.....
—¡Catalina ¿Qué está sucediendo?!
La madre superiora apareció y detrás de ella, todas las hermanas venían con su ropa de dormir y un rosario en la mano.
—Madre Sarahí, un ladrón entro a la propiedad, Zuky lo detectó y yo vine a checar cuando......
—¿Joven Esteban?, ¿Es usted?, Creí que ya se había retirado del convento.— la madre no puso atención en lo que le dije, me dejó hablando y me pasó de lado.
—O sí ya estaba a punto de irme madre superiora pero ese perro me atacó y no me dejaba ir, lamento las molestias.
—Usted no es quién tiene que pedir disculpas joven Esteban— la madre superiora me miró mientras que me indicaba que alejara a Zuky de ahí.
Dejé el palo de madera aun lado y tome a Zuky de su collar y busque su correa, las hermanas se retiraron después de la "falsa alarma" que dijo la madre Sarahí había sucedido y yo me quedé esperando junto a Zuky a que ella terminará de hablar con ese tipo.
Jamás la madre superiora me había dedicado una mirada tan fría como lo hizo esa noche, como si yo fuera la culpable junto a Zuky. Abracé a Zuky, ella sólo me defendió y cuidaba el lugar, pero entonces ¿Por qué sentía todo lo contrario?.
Unos minutos después Tomás vino por Zuky y se la llevó a su cuarto, para que no tuviera problemas y no la regañaran.
Me quedé esperando por más tiempo, hasta que la madre Sarahí, me llamó a que me acercara.
—Me llamaba madre superiora.
—Sí Catalina, ¿No crees que debes de decirle algo al joven Esteban?
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Auras dispersas
Mistério / Suspense¿Qué pasaría si tuvieras una habilidad única que nadie ha tenido? Poder ver colores a través de las personas. Es el pan de cada día para Catalina. No entiende cómo sucedió pero puede hacerlo y no sabe si eso es bueno o algo malo, tampoco si esto ocu...