"𝙻𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚒𝚗𝚝𝚞𝚒𝚝𝚒𝚟𝚊 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚐𝚛𝚊𝚗
𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚘 𝚢 𝚕𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚊𝚕 𝚎𝚜
𝚞𝚗 𝚏𝚒𝚎𝚕 𝚜𝚒𝚛𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎. 𝙷𝚎𝚖𝚘𝚜
𝚌𝚛𝚎𝚊𝚍𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚘𝚌𝚒𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚚𝚞𝚎 𝚛𝚒𝚗𝚍𝚎
𝚑𝚘𝚗𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚊𝚕 𝚜𝚒𝚛𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚢 𝚑𝚊
𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚊𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚘."
𝙰𝚕𝚋𝚎𝚛𝚝 𝙴𝚒𝚗𝚜𝚝𝚎𝚒𝚗
Ella pareció un poco nerviosa, por la reacción del cenizo, quien se acercó perplejo hacia ella. Acercando su mano al rostro de la misma, quería tocarla, ver si era real. ¿Cómo olvidar esos ojos chocolates con los que soñaba todas las noches durante 18 años? Ella retrocedió dos pasos incómoda, mientras miraba con confusión la mano del cenizo. Kirishima al notar la expresión de la mujer, bajó su arma, se acercó y trató de alejar a su amigo rubio cenizo de la mujer castaña. La reacción del Coronel llamó la atención de las personas que estaban al rededor. El cenizo trataba de zafarse del agarre del teñido, Hanta se acercó a ayudar a tranquilizar a Bakugo, junto con Kirishima. El peli-negro lo sujetó por los hombros, el teñido sostuvo el rostro del cenizo.- Mantente cuerdo, hermano... - Le habló por lo bajo Kirishima, mientras le daba leves palmadas en el rostro del Coronel, pero si se logró a escuchar. Bakugo, cerró sus ojos, respiró profundo... En eso la castaña miró con preocupación, al cenizo.
- Él... ¿está bien? - Jiro frunció el ceño, el Coronel al salir del trance en el que había sido sumergido, se giró hacia la castaña con seriedad, sus dos más grandes amigos estaban muy cerca de él por si la situación lo amerita. Bakugo, tragó gordo antes de hablarle.
- Te daré sólo un minuto para que te presentes y me digas que carajos hacen aquí. - Ella sólo lo miró a los ojos... y él no cedió, frunció más el ceño, obligándose a sí mismo a deshacerse de todo sentimiento que abarcara en él.
- Soy Taidana Kean, éste es mi equipo. Somos de la División 11. Hemos recibido órdenes directas para venir, ya saben... tenemos entendido que han tenido una... buena bajada de soldados y nosotros somos sus refuerzos. - El rostro de Bakugo se obscureció pronunciando más su ceño.
- ¿El Coronel de Comando en la Central sabe de esto? - La castaña sonrió y asintió con vehemencia mientras pasaba un mechón detrás de su oreja, sin despegar la mirada de la de Bakugo. Ella le sonrió y él chasqueó para disimuladamente llevar su mano derecha a su pecho, para estrujar con fuerza su uniforme.
- Si, de hecho fue él quien nos llamó directamente. - Bakugo la miró con desconfianza, para retirar su mano de su uniforme y halar levemente su cabello.
- Iré a comprobarlo. Mientras tanto no darán ni un puto paso más. - Dio media vuelta y se dirigió hacia la caseta de rangos altos, donde estaba su padre en la oficina de reuniones. En cuanto él se fue los jóvenes se acercaron hacia sus casi tíos.
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Entre el Bien y el Mal. {Kacchako/ Bakuraka}
БоевикCuando tu niña se convierte en mujer y más si se apellida: "Bakugo". Tarde o temprano... tendrá que salir del nido a volar y conocer el mundo. Una chica que sabe lo que quiere y eso es seguir los pasos de su abuelo y su padre. Pero el amor... no es...