Cuando tu niña se convierte en mujer y más si se apellida: "Bakugo". Tarde o temprano... tendrá que salir del nido a volar y conocer el mundo. Una chica que sabe lo que quiere y eso es seguir los pasos de su abuelo y su padre. Pero el amor... no es...
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- ¿Dónde carajos está mi mocosa? - Preguntó un cenizo de mal humor, mientras caminaba de un lado a otro desesperado y hablaba entre dientes. A su lado se encontraba su padre, viéndolo con preocupación. Toga por su parte sólo lo miraba con una sonrisa divertida.
- Tranquilo, hijo... seguro la encontraremos... es so... - El castaño fue interrumpido bruscamente por su hija, quien sólo quería hacer enojar al cenizo mayor.
- Si estuviese dentro del campamento seguramente ya hubiese aparecido... Tal vez... simplemente se largó o alguien se la llevó. Y tuuu, querido y hermoso hermanito, no hiciste nada para detenerlo o cambiar las circunstancias... que decepcionante. - Habló ganando una mirada inquieta por parte de su padre, y de su hermano, quien parecía quebrar su mandíbula, soltando gruñidos muy fuertes y matarla mientras la veía. Ella al verlo soltó una pequeña carcajada burlona, y se encogió de hombros. Masaru se interpuso entre su malhumorado hijo para tratar de calmarlo y que no llegase hacia su hija.
- Eso no es verdad... estás ocupado en cosas importantes y... e-esto podría pasarle a cualquier pe-perso.... - El castaño había sido nuevamente interrumpido por una rubia irritante.
- ¿Qué podría ser más importante que tú hija, Suki? Cierto... le podría pasar a cualquier persona pero no a ti, hermanito. Veo que es cierto eso que dicen... no eres ni la mitad de lo que era papá y mamá en el mando y esa niña tampoco. - Fue suficiente para el nuevo Coronel, se soltó con brusquedad del agarre de su viejo para empujarlo lejos de su camino e ir hacia su hermana, quien mantuvo su sonrisa burlona en todo momento. Katsuki agarró el cuello de la camisa de su hermana para halarlo con brutalidad hacia él.
- Te diré solo una cosa, maldita estúpida... No hay nada más importante, no hay nada que ame más que a mi hija, que a mi niña. Ella es mi razón para vivir y seguir hacia adelante, me importa poco lo que tú o los demás digan o piensen, eso se lo pueden meter por el culo. Sólo me importa convertir a mi hija en la mejor General y la mejor mujer que tú nunca, ni porque te lo regalen podrás ser. Tú no eres más que las sobras perdidas y patéticas de mi apellido, que te quede claro cuál es tu lugar en esta jerarquía. - La sonrisa de Toga desapareció mediante su hermano escupía sus palabras sin remordimientos para luego él soltarla con brusquedad y fuerza, logrando que la rubia cayera al suelo. El silencio se apoderó del lugar.
- Ahora, si me lo permiten tengo cosas que hacer, me retiro. - Dijo para fulminar con la mirada a su hermana y dar media vuelta e irse. Masaru se acercó a su hija para ayudarla a levantar, ella limpió con brusquedad sus manos en su ropa mientras gruñía y balbuceaba.
