Save me ! - zhuiling [CONTINUACIÓN]

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La escena frente a sus ojos era una realidad que se había estado negando a aceptar, cuando escuchó el profundo jadeo que su amante soltó, no pudo evitar tragar grueso. Las blancas tunicas que cubrían el cuerpo de su amado estaban salpicadas con un rojo profundo y brillante, mostrando que había sido salpicado poco antes de que él entrara, sintió su cuerpo paralizarse, no era capaz de correr a donde se encontraban aquellos dos. Pareciera que las tunicas funebres al fin cobraban sentido. Después de un par de segundos que parecían eternos, Wei Ying finalmente consiguió el valor para acercarse a donde ambos chicos estaban, los ojos llenos de lagrimas de su pareja ocasionaron una mezcla de emociones que golpearon con fuerza sus ojos, rompiendo así la barrera que impedía que la tormenta escapara, logrando hacer llorar al Patriarca. 

Se arrodilló a un lado de los dos hombres y sostuvo las manos temblorosas de Lan Zhan, Lan Yuan había tomado a Bichen y la había encajado en su estómago, WangJi había usado algunas toallas que tenían en el cuarto para cubrir la emorragia del joven, logrando así detener el sangrado, pero aquellos ruidos y golpes habían alterado a los guardias, quienes dieron aviso a ZeWu Jn, lo que causo la algomeración de gente afuera del lugar. Alejó el cuerpo de su hijo dejándolo sobre la misma cama donde había estado recostado un par de horas antes.

—Lo siento—. La voz susurrante que alguna vez estuvo cargada de calma ahora rebosaba de una desesperación inhumana que Wei Ying había escuchado por última vez mientras caía de aquel acantilado en cuidad sin noche. La fuerza que había estado fingiendo tener no tardó en irse, quedando sólo un cuerpo triste lleno de melancolía.

—No, no te disculpes—. Murmuró abrazando a su mayor, aferrándose con fuerza a su cuerpo, tratando de buscar una paz que ninguno poseía, mucho menos la transmitían. Aquel ambiente fue interrumpido por un grito ahogado de la joven Lan entrando en brazos de Xichen. Wei Ying se levantó al instante para cubrir el cuerpo lleno de sangre sobre la cama.

—Por favor salgan—. Escuchó decir a WangJi. — ZeWu Jun y yo nos encargaremos—. Wei le dirigió una última mirada a su pareja antes de caminar hasta donde estaba su sobrina y cargarla para sacarla de aquel lugar.

—Tío Wei, ¿por qué estás lleno de sangre?—, preguntó la dulce voz de la niña, a lo que Wei no pudo más que suspirar. Acarició el cabello de la niña y salió en silencio con JingYi y Nie siguiendolos por detrás. 

Lan Zhan se levantó del suelo y caminó hasta su hijo, le quitó las prendas superiores, dejando su torso al aire, y empezó a remover las telas que había usado para cubrir la herida. A los pocos segundos llegó su hermano con un paño humedo para limpiar. No se negó. Lo tomó y empezo a limpiar la herida del joven inconsciente. No era lo suficientemente profunda para matarlo, pero le dejaría en cama al menos unos días.