Parte 3 Nuevo inversionista

81 9 4
                                    

Hoy hay algo distinto en la oficina, llegué apenas con 5 minutos de retraso por el tráfico, pero todo el mundo ya está corriendo, creo que no les mencioné, pero yo trabajo en una agencia de representación artística, que a su vez está fusionada con una agencia de publicidad y marketing en donde normalmente la tensión y el estrés son parte de nuestras vidas cotidianas, pero hoy todo el mundo está más estresado y tenso de lo normal, además de que parece un colmenar al que le acaban de prender fuego cerca porque todo el mundo anda corriendo, me acerqué a Mónica una de mis vecinas de oficina para preguntar qué pasaba y volteo a verme con cara incrédula para decirme

Mónica- Ay T/N ¿en qué mundo vives? No recuerdas que hoy llega el nuevo inversionista de la empresa y la junta directiva quiere hacer una exposición de todas las cuentas que estamos manejando...

Con todo aquello salí de mi piloto automático y recordé que nos habían avisado de eso hace más de mes y medio, y el estrés se empezó a apoderar de mí, después de darle las gracias a Mónica salí corriendo a mi oficina para prender el computador empezar a imprimir todas las carpetas de los clientes y artistas que manejamos. Ash T/N ¡por qué te tenías que olvidar de algo tan importante! Y para colmo yo me vine vestida como cualquier lunes por la mañana, cuando recuerdo que Hoseok me dijo que quería que yo hiciera parte de la exposición de nuestra área porque soy la que conoce más sobre nuestra planilla de artistas y cifras logradas pues estoy encargada de las carpetas de presentación de cada uno de ellos. - Ay T/N, T/N, T/N eres el colmo de la vida. Me digo mientras ruego porque las zapatillas que dejé el otro día sigan en el estante de abajo. - ¡Sí, aquí están!, bueno al menos en algo ayudarán. Empecé a limpiarlas con un paño húmedo cuando tocan a la puerta y Hoseok asoma su cabeza diciendo -¿Lista?

T/N- No, no estoy lista, estoy terminando de imprimir las carpetas que te entregué ayer y con esas terminamos todo lo pendiente, pero... ¡Me veo horrible! Suelto en forma de suspiro mientras me dejo caer en la silla.

Tampoco era tan grave, llevaba unos jeans blancos pegados, con una blusa de cuello de tortuga color crema y un suéter oversize lavanda, acompañado por unos sneakers blancos, si bien el look no hacía honor a mi figura, al menos se veía bien y finalmente fue pensado para un día normal de trabajo, no para dar una exposición ante el nuevo inversionista de la empresa. Al menos las zapatillas eran los stilettos negros de suela roja que son un clásico y combinan con todo.

Hoseok entró a mi oficina, me levantó de la silla, me miró de arriba abajo, me alzó la mano para darme una vuelta y dijo:

HS- Vamos podría ser peor. Mostrando su hermosa sonrisa. – A ver, ponte las zapatillas.

Yo le obedecí y él me volvió a mirar, me dio otra vuelta, y me dio un tierno beso en la frente. –T/N tú te ves hermosa hasta con un saco de papas encima. Yo sólo sonreí y saqué mi maquillaje de la bolsa para cambiar el color de mis labios a un rojo pasión y hacer un smoking sencillo en los ojos para darle un poco más de vista a aquel desastroso outfit de exposición.

Hoseok tomó las últimas impresiones que aún estaban calientes sobre la charola de la impresora, las metió en sus folders correspondientes, me tomó del brazo, no sin antes darme otro pequeño beso y decirme que todo iba a salir bien y salimos de mi oficina camino a la sala de juntas general para asistir a la exposición que yo olvidé.

El ambiente en la sala de juntas era tenso de por sí, porque era el momento en que cada departamento mostraba sus avances, resultados y logros, por lo que de por sí eso era una batalla campal de egos, pero ahora con la llegada inminente del nuevo inversionista el aire de aquella oficina se podía cortar con un cuchillo. Ya todos estábamos sentados y como era de esperarse los atuendos de todo el mundo eran de lo más distinguido y luego estaba yo ahí sentada con mis jeans y mi suéter lavanda, Hoseok notó mi nerviosismo al respecto y tomó mis manos por debajo de la mesa para calmar mi ansiedad. Yo me sentí mucho mejor y me empecé a calmar hasta que llegó el Director Kim Seokjin y detrás de él un hombre alto, fácilmente media más del 1.80m de estatura, con una mirada fuerte, su cabello oscuro hacía que sus facciones orientales lucieran más duras y mucho más fuertes pero al mismo tiempo cautivadoras, vestía un traje gris que parecía hecho a la medida, su espalda amplia y evidente musculatura se colaban por los tejidos de la tela, volviendo aquello un espectáculo digno de una película romántica, si esto fuera una película le harían el clásico paneo de los pies a la cabeza para que todo su cuerpo pudiera ser apreciado y con ello su particular belleza, elegancia y distinción. Después de que ambos estuvieran dentro de la sala de juntas el Director Seokjin se puso en su lugar y nos presentó a aquel hombre que venía con él.

Life goes on...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora