Life goes on...

Parte 5 La Cabaña

Chicas les dejo este capítulo que recomiendo leer teniendo House of cards de fondo porque creo que le quedaría muy bien...

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Odette- Mamá, ya llegó "tu jefe" por ti. ¿Cuándo nos lo vas a presentar? Y no me digas que no son nada porque ni tú te lo crees.

T/N- Niña deja ya ése tono, sólo estamos saliendo y ya. Hoy me invitó a comer y después tal vez vayamos al cine y ya... Le digo mientras tomo mi chaqueta, al menos hace menos frío que en diciembre.

Odt- ¡Sí, claro! y mi hermano y yo todavía creemos en Santa Claus. ¿Verdad, tú? Le grita a su hermano que está viendo la tele.

J.A- Yo no quiero conocerlo. ¿Quién se cree que es para salir con mi mamá?

Odt- Ay no seas celoso, nadie nos va a quitar a mi mamá, además ella merece ser feliz con un hombre con quién pueda foll*r... De inmediato le suelto un regaño para que no use ése vocabulario, ella sólo se ríe y me saca de la casa diciéndome... -No lo olvides, sin globito no hay fiesta, para salir corriendo hacia adentro de la casa y salvarse de algún buen golpe que yo le propinara.

No puedo negar que las irreverencias de mis hijos adolescentes muchas veces me sacan de quicio y muchas otras me doblan de risa.

Llegué hasta el auto de Hoseok y él sólo se abalanza sobre mis labios con un beso desenfrenado como si no me hubiera visto en años, aunque sólo ayer sábado no nos vimos pues pasé el día con mis hijos.

HS- ¡No sabes cómo te extrañé princesa! Me dice al mismo tiempo que me abraza con fuerza.

T/N- Exageras corazón, pero gracias por extrañarme. ¿Nos vamos?

HS- Hoy te tengo una sorpresa. Y no quiero que lleguemos tarde.

Nos subimos al auto y salimos con rumbo desconocido. Llevamos casi 2 meses saliendo y la verdad es que todo va de maravilla, Hoseok es un hombre maravilloso en todos los sentidos, no sólo es gracioso hasta morir y un jefe sumamente respetuoso de nuestros espacios, es muy tierno conmigo y casi hasta cursi, desde aquella primera cita viene por mí para llevarme a la oficina y me viene a dejar todos los días, está al pendiente de mí en la oficina para que no me salte comidas (que era mi especialidad en el trabajo) y cada domingo me lleva a algún lado, museos, galerías de arte, restaurantes, obras de teatro, etc. Es un chico muy culto para su edad, y aunque a él le molesta que hable de nuestra diferencia de edad, me parece alguien muy maduro y centrado, tanto que muchas veces olvido que soy 10 años mayor.

No sé a dónde vamos, sólo en algún punto de la carretera Hoseok orilló el carro para pedirme bajar y vendarme los ojos, yo acepté y los últimos minutos del trayecto los hice con los ojos tapados, no puedo distinguir nada, pero escucho muchos pájaros y el sonido del agua. Al cabo de unos minutos llegamos al lugar, Hoseok me saca del auto y me va guiando por un camino rocoso, subimos unos escalones que rechinaban como si fueran de madera y escucho una puerta abrirse, Hoseok me dirige hacia adentro de una habitación, se siente muy cálida y con un olor a madera muy penetrante, después me lleva hacia un sillón y me sienta en él, indicándome que no me quite la venda aún. No pasa mucho tiempo cuando percibo un aroma dulce, como a frutas, Hoseok me baja la venda y frente a mis ojos hay un pequeño pastelito de frutas y un letrero que dice "Gracias por los mejores 2 meses de mi vida", yo casi me suelto a llorar por la emoción, pero me gana más la curiosidad por ver el lugar en dónde estaba, se trata de una cabaña muy rústica con la chimenea encendida justo enfrente de la sala donde estamos sentados, hay una pequeña cocina al fondo y un comedor para 4 personas enmedio del lugar. Cuando vuelvo la mirada a Hoseok, él me hace señas para que mordamos el pastel los dos al mismo tiempo. Y acto seguido se acerca a mí para darme un beso frenético, el sabor del pastel se mezcla con lo dulce de sus labios, mientras me levanta del sillón y me carga sin dejar de besarme, yo casi por instinto rodeé su cintura con mis piernas para no caerme y darle más soporte y en ése mismo instante noté que su pantalón estaba abultado.