Harry Potter One-Shot

Oliver Wood

Siempre lo odié. Mi mamá me comparaba con él desde que tengo memoria, el hijo de los vecinos.

Nunca le di una oportunidad, me parecía ridículo tratar de entablar una conversación con Oliver. Cuando nos encontrabamos en los pasillos de Hogwarts nos saludabamos, no más que eso, un simple "hola, ¿cómo te encuentras?", la respuesta era un vacío "bien, ¿y tu?". Pero un día cambió, fue diferente.

Me encontraba llorando en los pasillos del colegio, me secaba las lágrimas y caminaba rápidamente. Verdaderamente yo no quería llorar, no quería llamar la atención pero no lo controlaba, me sobrepasaba.

Siento que me tocan el hombro y, al darme vuelta, veo a Wood.

—Zoe, ¿qué sucede? —me pregunta, se nota preocupación en su voz y me sorprende.

No sabía si contarle, nunca fuimos amigos; por otro lado no deja de ser la persona con la que, en cierto punto, crecí.

—Problemas con mis amigas. —digo sin especificar.

Me miró con comprensión y me agarró el hombro suavemente en forma de consuelo.

—Puede ser que tengan solución estos problemas. Si no la tienen no te quedes en dónde te hagan daño.

Nunca lo imaginé empático, los chicos del equipo de Quidditch se suelen quejar de que parece no darse cuenta cuando bajarle a su intensidad. No sé, tal vez por eso asumí que no piensa en los otros, supongo que me equivoqué.

—Tengo miedo de quedarme sola. —se me escapó, mierda, ¿por qué confesé eso?

—No seas ridícula Zoe, si te sientes sola ven a ver nuestras prácticas. Tenemos un muy buen equipo, creo que este año podemos ganar la Copa de Quidditch.

Sonreí extrañamente aliviada. Él miró su reloj.

—Disculpa, se me está haciendo tarde para entrenar. —Dijo de forma apurada mientras mientras comenzaba a caminar.

—Suerte en la práctica Wood. —le comenté con una sonrisa.

—¿No vienes?

Al final Oliver no era tan malo, valió la pena darle una oportunidad. Además es bastante lindo.