Harry Potter One-Shot

ʀᴇɢᴜʟᴜꜱ ʙʟᴀᴄᴋ

La puerta principal se abrió en el número 12 de grindmun place, la joven entró y vio el largo pasillo con lámparas de gas, la araña que colgaba del techo y comenzó a caminar ignorando los murmullos provenientes de los cuadros. Era una casa muy elegante, daba un poco de miedo y las cabezas de elfos colgadas no ayudaban.

-¡Krecher!- llamó al nombrado

-Buen día señorita Nott ¿Que desea?- el elfo apareció

-Buen día Kreacher, quería saber si se encuentra Reg- la joven recorría con la mirada el imponente lugar

-El joven amo Regulus no se encuentra en casa, tampoco el señor y la señora Black-

-Oh- suspiró decepcionada -¿Sabes si esta bien?-

-El amo me pido que le dijera que se encuentra bien- esas palabras le extrañaron a la chica y el elfo lo notó ya que por un momento su mirada despertó desesperación

-Gracias por todo- Nott iba a hacer más preguntas pero se dio cuenta que serían en vano, antes de esperar una respuesta camino hacia la entrada de la casa pero no salió. Sin que la vieran se escabulló y subió al cuarto piso.

Había solo dos puertas, la chica conocía bien ese lugar, en una puerta se leía
"No entrar sin el permiso expreso de Regulus Arcturus Black"

La castaña tocó la puerta y un chico con cabello negro algo desordenado le abrió, al verla palidecio.

-Calíope- suspiró, salió hacia el pasillo y cerró la puerta de su cuarto rapidamente

-Quiero que me digas que pasa- ordenó entre preocupada y enojada

El chico intentó besarla pero ella se apartó

-Me llegó una carta tuya muy rara y me preocupé, parecía una despedida ¡Pensé que te había pasado algo! Además ¿por qué no quieres que sepa que estás en tu casa? ¿Que me ocultas?- la joven seguía hablando -Por favor dime que no tiene que ver con tu fanatismo por el señor tenebroso, te conozco y...-

-Calí eres hermosa- el joven la miraba detalladamente, quería recordar cada lunar, cada mancha y cada expresión de su prometida

-¡Idiota! Quiero que me respondas, me preocupas- la chica movia impacientemente el pie. Estaba tan preocupada que ignoraba ciertos comportamientos de Regulus

-Perdón si te preocupe- el chico estaba notablemente cansado -No te oculto nada malo, te prometo que todo va a estar bien-

-Te lo dejo pasar por esta vez solo si en la cena de mañana me prometes que me vas a decir todo lo que pasa- todos los sábados iban a cenar ellos dos solos, era algo que hacian desde que comenzaron a salir, no faltaron ni una vez. Un fin de semana Regulus estaba enfermo y cenaron sopa en su cama rodeados de pañuelos.

-Te lo prometo- dijo intentando no llorar, se metió una mano en el bolsillo para corroborar que la copia del guardapelo se encuentre.

Por un momento el menor de los Black tuvo la absurda idea de romper con la chica, decirle que no la amaba y que nunca lo hizo. Pensó que tal vez le dolería menos si pasaba algo malo pero no tuvo el valor de hacerlo, no sería capaz de decirle una mentira tan grande como que nunca la quiso.

-Enserio me preocupas, prometeme que no harás ninguna idiotez- la chica le acaricio el rostro con delicadeza, miró sus ojeras y luego sus profundos ojos. Ella sospechaba que Reg se estaba arrepintiendo de ser mortífago y temía que algo malo le pasara por eso.

El chico simplemente asintió secamente la cabeza.

-Si me odiaras todo sería más facil- dijo en un murmuro inaudible, lo que más me dolía era saber que Calí iba a sufrir por su culpa haga lo que haga. Pero él quería un futuro mejor para ella, y no quería formar una familia sabiendo que sus hijos se iban a sentir presionados para se mortífagos o que su amada no pueda hacer lo que quiera por el miedo a ser considerada una traidora.

Ese sábado Calíope Nott cenó sola por primera vez en mucho tiempo.