Estoy caminando, está lluvioso. Tengo una campera impermeable bordó, una bufanda que me tapa hasta la nariz, mis zapatillas están mojadas y tengo puesta la capucha de mi abrigo. Por todas estas cosas mi vista esta reducida y estoy muy incómoda.
Toco la puerta de una acogedora casa, me abre Cedric
–¿Que haces aquí?– mi invita a pasar –Estas empapada ¿Por qué no viniste con polvos flu?–
–Me peleé con mi madre, nada importante pero si le pedía usar la red flu me castigaría y me enceraria en mi cuarto– comento con una débil sonrisa. Vivimos bastante cerca por lo que venir caminando no es tan malo
Cedric asiente y sube para buscarme algo para que me seque.
Me lleva a su cuarto, me da ropa seca y se va para que me pueda cambiar tranquila. Veo que en una repisa tiene algunas fotos nuestras, es tierno.
Suena la puerta
–¿Ya puedo pasar?– pregunta la voz del chico
–Si–
Me puse la ropa de Cedric que me prestó, un buzo de hufflepuff y un pantalon algo viejo pero que aún así me queda grande. Me saqué mis zapatillas y puse mi ropa mojada en un rincón.
–Te ves muy tierna– me abraza y me da un beso en la frente
Solo estamos nosotros en la casa, vamos a la cocina y agarramos golosinas que habían guardadas.
Nos acomodamos en el sillón y comenzamos a comer
–Me olvidé preguntarte ¿Por qué discutiste con tu madre?– me preguntó con la boca llena de chocolates y dulces, es una imagen muy adorable
–No fue nada grave, simplemente mis hermanos y yo estábamos más descontrolados de lo normal–
–¿Eso es posible?– preguntó con tono sarcástico
–Si, tu conoces mi lado pacifista–
Él sonrió y le tiré un envoltorio, Cedric me tiró un almohadón, yo se lo devolví.
No se como llegamos a esto pero el hufflepuff me lleva como si fuera un saco de papas por toda la casa. No podemos evitar reír.
Recuerdo que cuando lo conocí me fastidiaba que sea tan perfecto y a la vez me obsesionaba
¿Por qué es tan lindo? ¿Por qué hace todo bien? Lo peor es que es humilde. Viste lo orgulloso que está su padre de él ¡Merlín! Parece tenerlo todo, me resulta sospechoso Torturaba a mi hermana y a mis amigas con ese diálogo absurdo todo el tiempo, ni siquiera sé en que punto me dejó de molestar. Aveces y solo aveces pienso que su "perfección" es una advertencia, algo puede salir mal en cualquier momento, lo perfecto no existe y, si existe, no tiene carne y hueso. Las rosas y sus espinas, las ranas coloridas y su veneno. Intento no pensar en eso. Intento vivir en el ahora, y el ahora es que me estoy riendo intentando no vomitar los chocolates que comí.
–Tu buzo es muy cómodo, creo que me lo voy a quedar por más que no sea de mi casa– le digo cuando me baja
–A este paso me vas a dejar sin ropa– me dice divertido
–Mejor para mi– le guiño el ojo intentando no sonrojarme
Pasamos el resto de la tarde riendo.
Llegaron los señores Diggory, me preguntaron si mi madre estaba al tanto de que me encontraba en su casa, recordé que no era así. Me gustaría que este momento sea eterno porque cuando llegue a mi casa seguramente me van a gritar hasta que me quede sorda.
Estoy frente a la chimenea, Cedric me está despidiendo y deseando suerte. tengo mi ropa doblada en mis manos, todavía está un poco humeda.
–Suerte– me dice dramáticamente simulando quebrar su voz
–Si sobrevivo te enviaré una carta– le digo de la misma manera
Nos abrazamos y luego besamos. Vuelvo a mi casa por la red flu.
Llegué, se encuentran los gemelos
–No preguntes cómo pero mamá sabe dónde estabas– me dicen eso al mismo tiempo, suelen hacer eso y es muy extraño
–Linda ropa– dice uno –Así que Cedric ¿eh?– completa el otro
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Hola Se que no es muy bueno en one shot jaja pero aúnasí espero que lo hayan disfrutado Lloré mucho cuando murió Cedric Adiós
