ꜱɪʀɪᴜꜱ ʙʟᴀᴄᴋ 1

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-Somos seres insignificantes, de la nada venimos y hacia la nada vamos. Vivimos en un planeta enorme perdido en un universo sin fin. Somos un grano de arena en una playa desconocida- decía una joven con los ojos abiertos y una mirada perdida, parecía poseída. El chico junto a ella ya estaba acostumbrado a situaciones así -por eso quiero un perro- dijo como si todo tuviera una relación, se incorporó y volvió a ser una persona "normal".

-¿Qué tiene que ver?- preguntó un confundido pelinegro -con respecto a lo que dijiste...-

-¿Sobre el perro?-

Sirus la ignoró y siguió hablando.

-Numero uno. No sos insignificante, sos la persona más única que existe, además eres mi prometida ¿eso no te parece suficiente?- la castaña puso los ojos en blanco y se limitó a darle un beso en la mejilla -Dejame terminar-

-Perdón-

-Y numero dos ¿no tienes suficiente conmigo? ¿Para qué quieres otro pulgoso? Imaginate la confusión de nuestros futuros hijos, porque vamos a tener hijos- Meg se sonrojó

La chica se río y con una sonrisa le preguntó -¿estás celoso de un perro?-

-No- mintió dignamente el animago.

-Tal vez un gato sería mejor opción- sonrío con malicia.

-¿Quieres que nos arañen? Piensa en el futuro mini Black, Regulus tenía una piel muy delicada, reza por que no se la herede- luego de decir eso hubo un doloroso silencio.

Una suave mano acarició la espalda del chico y los labios de ambos jovenes se juntaron en un dulce beso.

Con una sonrisa Meg anunció -Con respecto a lo del mini Black te tengo una noticia-

Harry Potter One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora