IV

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Ha pasado una semana desde mi interrogatorio, una semana desde que la vigilo cada noche desde el cristal cerca de la puerta de su habitación, quizás no lo admite, pero está asustada, sus intentos de escapes son cada vez más frecuente, como si la muerte la esperara en su destino si no se apresuraba en regresar, en fin, ya pronto la darían de alta y regresaría a su peligrosa vida lejos de mí, corrijo, lejos del seguro hospital.

Después de dos semanas simplemente se fue, sin despedidas nostálgicas y extensas, sin un te veré luego o esas típicas palabras sin sentido de agradecimiento o falsa modestia, en fin, un problema menos.

2 años después

Han pasado dos años desde que ella simplemente se marchó, en realidad, no tengo el derecho de decirlo, después de todo, a cada segundo, minuto u hora, uno de mis pacientes se marcha y la historia simplemente queda ahí, no necesito extensiones, epílogos o simplemente una segunda parte, simplemente me despido y ya.

Quizás sea eso, no nos despedimos.

-Debiste despedirte aquella vez, niña- susurre

-¿Otra vez pensando en la morena?

-Qué quieres Adam, no vez que me distraes de mi depresión- dije resignada

-Que exagerada Dora, jamás creí verte así por una simple desconocida- dice con un tono burlesco- después de todo, no es como si tuviesen historia, o quizás si

-¿En serio lo crees?- lo miré con ilusión

-Pues claro, titulada "historial médico" jajajaj, oh claro, ni siquiera eso tienes- lo miré indignada- perdón, perdón, perdón- lo comencé a golpear levemente- pero en serio hermanita, deberías olvidarla, ya han pasado dos años, quizás está metida en negocios peligrosos, no es normal que simplemente la hayan golpeado tres veces, y sin mencionar que en una de ellas apareció totalmente drogada.

-No es que me importe realmente- miré un punto fijo lejos de los ojos de Adam- es solo que, esa chica es un misterio, y algo sucede con ella, es tan terca, ¿puedes creer que ni siquiera se sintió privilegiada por tener los cuidados exclusivos de la doctora Adora Prince?- dije con una mirada triste- es como si todo lo que soy no fuese nada para ella, ni siquiera la impresioné solo un poco, no le interesa mi especialidad, cuantos premios he ganado, mis investigaciones u adelantos científicos, mi grado académico o cosas así, y eso me hace pensar... quizás la doctora Adora Prince es impresionante pero... Adora Prince no ha hecho nada de admirar- agaché mi cabeza hasta que siento las manos de mi hermano en mis hombros obligándome a mirarlo a los ojos

-Ay hermanita, no tengo idea de que te haya hecho esa chica pero... me alegra que por fin lo entiendas, busca a Adora Prince, no permitas que la doctora Adora Prince te defina, después de todo, no a todo el mundo le gusta ciencias, la morena es un gran ejemplo de ello- me mira y sonríe

-Gracias Adam- le sonrío de vuelta y ambos nos dirigimos hacia la salida del hospital.

1 mes después

Soy la doctora Adora Prince, la mejor cirujana general de la nación, soy analítica, me gusta resolver casos difíciles, nadie se compara a mí, ni nada se escapa de mis manos.

O eso creí.

Siempre he sabido que las enfermedades cardiacas son tan silenciosas que es casi imposible preverlas, y es por eso que me encuentro aquí junto a Adam, de camino a Mystacor en busca de la doctora Catherina Prime, la mejor cardióloga de la nación, su tasa de perdidas es casi mejor que la mía, y la verdad es que es una suerte que aceptara el caso de Adam, aparte de ella, ningún otro cardiólogo quiso operar.

Ya me encuentro en el hospital de Mystacor esperando pacientemente en la sala de espera junto a Adam, quien al pasar los días empeora cada vez más, no puedo evitar soltar algunas lágrimas, no me imagino mi vida sin este pedazo de idiota siendo un grano en mi trasero.

Y de la nada, mis pensamientos son interrumpidos por la voz de la recepcionista.

-Doctora Prince, la doctora Prime solicita su presencia en su oficina para llenar algunos datos del paciente y discutir algunos planes para su posterior aprobación- dice amablemente- le sugiero que pase sin el paciente, no luce muy bien, lo llevaremos a una cama si usted autoriza- me sonríe

-Autorizo, muchas gracias- y sin más, me dirijo a la oficina que me fue indicada por la amable recepcionista.

Y aquí estoy, a fuera de la oficina de la doctora Catherina Prime, no puedo creer que mis esperanzas o ilusiones rotas se encuentren en las manos de una doctora que no soy yo, me siento tan inútil, pero ya es hora, debo confiar por primera vez en otro doctor que no sea yo en toda mi trayectoria de doctora, por Adam.

Golpee dos veces antes de escuchar una voz firme indicando que puedo entrar, su voz es algo familiar aunque no puedo recordar el rostro.

Cuando entro a la gran oficina de la doctora Prime, la encuentro sentada en su sillón ejecutivo de espaldas fijando su mirada en la hermosa vista de las montañas de Mystacor, la saludo cordialmente.

-¿Doctora Catherina Prime? Soy la doctora Adora Prince, es un gus...- y me paralicé al ver como mi única esperanza giraba su silla y unos ojos heterocromáticos me desafiaban a apartar mis ojos azules.

Corazones rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora