VIII

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NARRA ADORA

No puedo creerlo, Catra me dijo que si, esto es genial, okey Adora no lo arruines, ¿debería llevar flores? Que frustrante es no conocerla en lo absoluto, debo admitirlo, jamás he cortejado a una chica sin intentar acostarme con ella, que problema.

Al salir del hospital, y solo caminar unas pocas calles, encontré una pequeña tienda de recuerdos de Mystacor, hasta que lo vi, un pequeño broche de corazón anatómico, ¿Qué cardiólogo no se resistiría a usar un broche así en su bata de doctor?

Así que lo compré.

Son casi las 5 y no tengo idea de si debería darle el pequeño detalle a la doctora Prime, y eso realmente me mata. Se ve tan seria, tan profesional que simplemente me intimida, y si hablamos de mi majestuosa carrera y destreza de cirujana, es casi imposible que cualquier mortal logre ese efecto en mí.

En fin, es hora.

-Hola Darla- me dirigí a la secretaria de Catra- ¿Se encuentra disponible la doctora Prime?- pregunté nerviosa

-Hola doctora Prince- saluda con su característica sonrisa-Ella la espera en su oficina, ya sabe dónde es, que tenga una linda cita- me mira coqueta y automáticamente me sonrojo.

-Gracias, yo, yo me voy- intenté sonar casual fallando en el intento.

Y solo me despedí de Darla y caminé en dirección a la oficina de Catra. Golpee la puerta y al escuchar la señal, entré.

-Qué puntual doctora Prince- dijo

-Siempre cumplo mis promesas doctora Prime- le sonreí desafiante

-¿Vienes?- indicó la salida y simplemente me dediqué a seguirla, quizás nuestra historia es así, ella huye, yo la sigo, ella se esconde, yo la busco, ella se pierde, yo la encuentro.

Decidimos usar el auto de catra, es bastante espacioso y su diseño nos permitirá acceder a la montaña mucho más rápido.

-¿Desde cuándo vives en Mystacor?- pregunté intentando romper el incómodo silencio

-Hace dos años- responde fijando su mirada en el camino

-¿Es por eso que te marchaste?- Pregunté

-Simplemente tenía algunos asuntos por resolver, no podía simplemente postergarlos- su expresión me intriga- como sea, hemos llegado Prince- habló indicándome el inicio del teleférico.

Estacionamos rápidamente el auto de catra, pagamos nuestra entrada y subimos al teleférico, siendo las únicas en abordarlo.

-Me gusta tener otra perspectiva- dice mirando el cielo

-¿A qué te refieres?- pregunté confundida

-Ya sabes, todo se ve tan pequeño, es como si todo fuese tan frágil- intenta explicar, es tan hermosa, sus labios simplemente no puedo dejar de verlos

- Me gustan tus labios- hablo sin pensar

-¿Qué?- pregunta incrédula- Adora intento abrir mis sentimientos y ¿solo piensas en eso?- voltea sus ojos y me ignora

-No, o sea, perdón, tienes razón- soy una idiota

-Olvídalo- se limita a verme- la verdad es que te traje hasta aquí por un motivo, ese día hace dos años, solo me fui- intenta explicar sin verme- creo que te merecías una despedida real, después de todo siempre me cuidaste- me mira a los ojos- Gracias por cuidarme doctora Prince, espero no vernos pronto, ya sabe, no planeo ser golpeada otra vez o algo parecido, Adiós-y simplemente guardó silencio.

Corazones rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora