XIV

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"-No, pequeña- se acerca a mis labios- la realidad es que nadie jamás vendrá por ti, estás sola- susurra- y eres mía".

-No me toques-digo en un hilo de voz.

-Cuando Adora llegue, la rechazarás y romperás su corazón-lo miro incrédula- deberás decidir, niña- sonríe burlonamente- su vida o tu completa libertad.

-Por favor, Hordeano- lo miro al borde de las lágrimas- no la lastimes, haré lo que me pidas- dirijo mi mirada al piso de la oscura habitación.

Hordeano simplemente sonríe, y es oficial, he declarado mi sentencia de por vida.


Narra Adora

-Es aquí- apunto hacia la entrada de rectoría- lo sabía, soy una genia- me apunté con mi dedo pulgar- les dije que sabía por dónde ir- dije orgullosa de mi gran hazaña.

-Ya cállate idiota- dice Melog irritado- por tu culpa oficialmente somos turistas- me empuja- quizás tu vocación siempre fue turismo jaja- ríe.

-Pero mira el lado positivo, cuando Catra se convierta en la señora Prince- digo recalcando las palabras "Señora" y "Prince"- convertiremos esta universidad en un gran imperio y los contrataremos a todos como jefes de facultad, piénsenlo- digo orgullosa de mi gran idea.

-Eso si es que acepta- interviene Entrapta sacándome de mi ensoñación.

-Ya cállense- entrecierro mis ojos- son todos unos envidiosos- les saco mi lengua.

-¿Pueden comportarse?- interviene Darla- es mejor que entremos- todos miramos la gran cantidad de guardias que comienza a rodearnos- ya saben de nuestra presencia.

-Entraré yo- doy un paso en dirección a los guardias.

-Espera- Melog sujeta mi antebrazo- iré contigo- simplemente  me dedico a asentir y entramos al gran edificio de rectoría.

Corazones rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora