Hacia la derecha, al final del amplio y extenso pasillo, allí se encontraba una de mis peores pesadillas, Im Changkyun. Solté un bufido, maldiciéndome internamente por tener que ser su compañera de equipo. Lo peor no era solo eso, es que además tendríamos que compartir habitación. No quería tener nada que ver con él. Hacía años que nos habíamos distanciado, ni siquiera recuerdo cuando éramos amigos. Que estuviera aquí solo me daría dolor de cabeza.
Sin embargo él sabía que yo ya estaba aquí, lo sentía. El aire se había vuelto más espeso, más denso. Tragué saliva, dando un paso hacia la habitación, y por lo tanto hacia él. Inmediatamente sus ojos se pusieron sobre mí. Todo aire acumulado en mis pulmones se trancó, no podía respirar. Ahora mismo sentía como cada fragmento de mi vida compartida con él volvía, esos que creía que se habían dispersado y jamás regresarían. Unos bueno, algunos mejores y otros dolorosos. Cuando la sensación de asfixia se hizo presente liberé el aire retenido, y poco a poco fui inspirando y expirando hasta recobrar la normalidad.
Pasé por su lado, evitando hacer contacto visual, casi como si me avergonzara de haberlo reconocido, como si su amistad no fuera nada, como si nunca hubiera estado en mi vida. Sin embargo, el ruido de las ruedas de la maleta al deslizarse por el suelo cesó por un instante, un mísero instante.
-¿Sunhai?
¿Me había llamado?
Mi garganta se secó por completo, apareció un nudo en mis cuerdas vocales, mis manos empezaron a sudar y a temblar y un escalofrío febril atravesó toda mi espalda. Su tono de voz se había vuelto más grave, más grueso, más ronco, más imponente. Y para mi suerte, fue una grata e inesperada sorpresa. También lo fue el que me reconociera y fuera capaz de hablarme. ¿Por qué lo hacía?
Sunhai, reacciona. Te has quedado un buen rato parada sin decir nada, haz algo.
Instintivamente me giré hacia él, aunque no sabía si realmente quería verlo y estaba preparada para ello. Tras un vistazo rápido y una sonrisa falsa lo saludé, y también a su acompañante, pues no estaba solo. Tan pronto como hice aquello y mi mirada se dirigió hacia su acompañante, me arrepentí. Jooheon estaba ahí. Ni siquiera lo sabía, no lo había notado. Tampoco parecía estar de muy buen humor, y la mirada llena de amargura que me dedicó me hizo huir a la habitación.
¿Realmente había sido buena idea venir? Por el tema del aprendizaje claro que sí, pero... No me esperaba esto. Quiero decir... ¿Cómo iba a imaginar que me reencontraría con dos de mis ex amigos de la infancia que por mentiras me odiaban? Además de que ambos chicos eran esbeltos, con un cuerpo musculoso, una voz para nada aguda, los cabellos teñidos y largos. Su físico había cambiado positivamente con el paso del tiempo, y eso no ayudaba a mi timidez e incomodidad. Imponían, y mucho. Pero no era su actitud o altura lo que más respeto me daba. Había sido Changkyun. Había algo en él, algo extraño que me hacía tenerle bastante respeto, a pesar de que sus intenciones eran pacíficas.
Tomé aire y suspiré. Tuve los ojos cerrados un rato hasta que logré relajarme y contener el tembleque lo suficiente como para sacar las llaves y abrir la puerta de la 503. Pasé algo cohibida, hasta chillar al ver a Kihyun y Hoseok allí. Rápidamente los abracé, reclamándoles.
-¡No me habían dicho que estaban aquí! ¡Eso no se hace!
Kihyun acarició mi pelo mientras Hoseok soltaba una risita tonta.
-No me culpes, Hoseok quería sorprenderte.
-¡Yah! Por supuesto. Me enteré por Hyungwon que algunos... estarían aquí también, y dejarte sola no era una opción.
Con algunos se refería a Jooheon, Hyungwon, Hyunwoo, Changkyun y la víbora, aunque suponía que aún esa mujer y Hyunwoo no habían sido convocados aún por lo de esta mañana. Antaño solíamos ser un grupo de 9 personas bastante unido. Sin embargo, desde que Nancy empezó a inventar sobre mí, nos separamos en dos grupos. Algunos se llevan bien con los otros, pero no todos estamos en la misma onda. Ni Kihyun, Hoseok, Minhyuk y yo nos tragamos a Nancy. Al resto los podemos tolerar, incluso Hoseok y Minhyuk se llevan bien con Hyungwon y Jooheon, pero Kihyun está muy molesto con todos por su actitud y no dejar que me explicara. Rápidamente decidieron un bando, y Kihyun odió esa rápida decisión. Porque en vez de saber la verdad de ambas partes, decidieron qué hacer con solo una. Así que a menos que pidan perdón, Kihyun no puede ni verlos. Y luego estoy yo, que no soy capaz de ver a ninguno pero por incomodidad y vergüenza. No los odiaba, en todo caso a Nancy sí, pero sabía que debían quedarse en mi pasado y allí los quería tener.
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Dead Come To Life [Lim Changkyun]
Hayran KurguDestrucción Odio Venganza. Esos sentimientos eran los que movían a Lilith por mar, aire y tierra, removía las entrañas de esta última e incluso buscaba la ira de Dios. Esos mismos habían encadenado a su hija en un sólido laberinto de falacias por e...