En Búsqueda de paz 𖣘Sʜɪsᴜɪ Eɴ SNK𖣘

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𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫𝐞́ 𝐬𝐢𝐧 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐧𝐚𝐝𝐚, 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚, 𝐮𝐧 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐦𝐩𝐥𝐢𝐫.

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—Muchas gracias por todo señorita Angela.

Me levanté ya sin tambalear, mi salud había mejorado y me encontraba, nuevamente, en perfecto estado, como hace unos meses antes de llegar a este lugar; mi chakra había regresado mas no del todo, pero aún no podía activar mi doujutsu... tal vez estos ojos no son los míos, pero entonces ¿Cómo los conseguí?

—Shisui... —susurró Angela cabizbaja, sacándome de mis pensamientos, me acerqué a ella y la abracé.

En verdad, estas dos semanas que me alojaron fueron... preciosas y las añoraré para siempre, nunca nadie había hecho eso por mí, tal vez porque nunca lo había necesitado, pero si alguien me hubiese dicho que te trataban así, lo hubiese hecho antes. ¿Este era el amor de una madre? Se sentía fenomenal, me hubiese gustado estar así con la mía.

—Shisui... quédate con nosotros.

Me separé de golpe ante tal propuesta.

—Tu memoria no ha vuelto y no tienes a donde ir o donde quedarte. Todo este tiempo que hemos pasado juntos me ha hecho desarrollar un gran cariño hacia ti y Evi igual quiere que te quedes.

—No podría, no puedo seguir aprovechándome de su hospitalidad.

¿Qué estupidez estoy diciendo? Angela tiene toda la razón, no tengo nada acá. Suspiré rendido.

—Me encantaría quedarme —la tomé de los hombros y conectamos miradas—, pero... debo contribuir en este hogar y, para eso, me quiero enlistar.

Angela me abrazó nuevamente a lo que le correspondí.

Por lo que había investigado con Evi y su amigo, las postulaciones para este año se harían en una semana, ella estaba muy emocionada por eso.

—Serás un héroe y... nos salvarás de todo, ¿verdad? —preguntó mientras íbamos de camino al centro de postulación.

—¡Eh! Shisui, debe darlo todo y ser el mejor de la generación que sino cuando me enliste yo usted quedará en ridículo y se lo restregaré en todas las comidas familiares.

Me reí junto Alfons, el amigo de Evi con quien, igualmente, me había hecho muy cercano.

Dos días después de la visita del doctor Jaeger le conté a Evi sobre mi plan para unirme a una de las ramas que podían ejercer los cadetes, ella, aunque un poco triste, me apoyó y trajo a su mejor amigo, Alfons, quien me explicó el procedimiento de inscripción y que tenía que ser bastante bueno para seguir dentro.

—Fácil es ingresar... difícil es mantenerse allí —dijo cuando había terminado de explicarme.

Sé que esto no debería ser un gran reto para mí, pero considerando que aún no recupero todas mis habilidades más allá que algo de chakra no debería confiarme tanto.

—Aquí es —indicó Alfons y todos nos detuvimos.

—Bueno, regreso en un rato, gracias —les sonreí y ellos hicieron lo mismo.

Había mucha gente postulándose, lo cual no me sorprendió. Haines me contó que la única razón por la que este distrito y su economía no estaba completamente muerta era por los soldados de la tropa de guarnición, quienes eran los únicos que tenían algo de dinero, mayormente gastados en licores y comida, y que por eso no era rentable el trabajo de Angela.