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Shisui detuvo su caballo en frente del cuartel, era esperado por el capitán del escuadrón de operaciones especiales: Levi Ackerman.

―Buenas noches, capitán ―saludó Shisui bajando del caballo.

―Por lo menos me llegó el mensaje de que tardarías. ―Señaló un papel y pronto Itachi apareció y voló al hombro de Shisui.

Entraron al salón y Shisui sintió un dèjá vú al ver que todos los observaban mas no con malas intenciones, al contrario, el ambiente cálido era muy agradable y no pudo reprimir ensanchar una gran sonrisa.

―Sígueme ―ordenó el capitán.

―Sí, señor. ―Salieron del salón y comenzaron a subir las escaleras.

―Tu uniforme está en tu habitación, a las seis y media se desayuna y luego viene práctica. Aún no está claro cuantos se van a unir, por lo que tu posición en un escuadrón todavía es indefinida. Adelantarte unos días será una pérdida de tiempo así que practicarás con los demás. Adiós, si quieres baja a comer y luego te instalas.

―Que formal... y cool, primera vez que lo escucho hablar tanto ―murmuró para sí mismo mientras sacaba su ropa.

Al final no salió de la habitación y durmió temprano, el viaje lo agotó. Despertó por los graznidos de Itachi, salió de la cama exaltado y se relajó al ver de quien se trataba. Llegó al comedor vestido con el uniforme y con su amigo en el hombre, recibió varias miradas curiosas por esa extraña relación, hacia tiempo que no se sentía tan indeciso e incómodo pues era el nuevo en un lugar donde se trataban con mucha confianza.

―¡Shisui, hola! ―saludó Kurt casi saltando hacia él―, hace tanto que no te veía. Ven, sentémonos juntos, te presentaré a algunos.

―Cuanto tiempo, Kurt. Me alegro verte.

―Igual, ¿y cómo está mi pájaro favorito? ―preguntó acariciando la cabeza de Itachi, quien voló al hombro del muchacho.

«Kurt se ve más feliz de lo que me lo imaginé, y yo que pensaba podría estar pasándola mal. Me alegro tanto», pensó Shisui mientras veía como su amigo conversaba con otros.

―Y pensar que de verdad conocías a el prodigio, Kurt.

―¿Eh? ―pronunció Shisui saliendo de su trance―, ¿«el prodigio»?

―¡Sí! ―contestó otro―, hemos escuchado muchas historias de ti, Shisui Uchiha. Y tu gran hazaña de tener las menos bajas en... ―se acercó para susurrarle:― «el intento de volver a las murallas».

Kurt comenzó a toser y Shisui se alejó un poco reacio por el comentario de su compañero. Alrededor las miradas juzgantes no faltaron, pero no iban dirigidas a él, sino que a su compañero.

―Ey, Shisui, ¿qué tal si vamos a entrenar afuera? Siempre te gusta adelantarte.

Ambos salieron y caminaron por el campo de entrenamiento, el silencio reinaba mientras los pensamientos de el Uchiha no cesaban: «¿Cómo puede alegrarse por eso?».

―Aquí ―comenzó Kurt― es normal que haya muchas bajas y eso que la gente entrena a diario, por eso cuando se enteraron que murieron tan pocos y sin un entrenamiento previo y contundente pensaron que eras genial, y lo eres, ellos creen que esas cifras y ese cargo que tenías era algo de lo que enorgullecerse, mas yo sé que cada muerte te pesa... Discúlpalos, ¿sí?

―¿Cómo fue la primera vez que saliste? —preguntó apartando el tema anterior.

―No se sintió muy bien, yo quería ver lo que había afuera de las murallas pero... solo pude ver todo lo que habíamos perdido.

En Búsqueda de paz 𖣘Sʜɪsᴜɪ Eɴ SNK𖣘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora