𝕀𝕍

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𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐞𝐧 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐚́𝐬, 𝐲 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐚́𝐬 𝐬𝐞 𝐚𝐜𝐨𝐩𝐥𝐚𝐧 𝐦𝐚́𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐞𝐧.

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«Para mi salvadora, Angela:

Lamento mucho no haberte escrito antes, todas las noches de esta semana he pensado en ustedes mas no he podido encontrar las palabras para decirles como estoy.

Verán, he conocido a un chico cuyo nombre es Kurt Bauer: es un chico bastante agradable y de ideales nobles, pero mucha de esta gente no es así, y, ¿Aunque quien soy yo para juzgar?, me hierve la sangre cuando hablan mal de otros, he estado recibiendo muchas burlas y quedándome apartado, pero Kurt está conmigo. Aun así, no te preocupes demasiado por mí, he mantenido la calma y hasta ahora no he estado en alguna pelea además de que me va muy bien en el entrenamiento y las contusiones que alguna vez tuve han desaparecido por completo. No te preocupes por mi salud, yo velaré por las suyas todas las noches.

Saludos para todos los que me esperan en casa.

Atte. Shisui Uchiha».

— ¿Terminaste de escribirle a tu madre? —preguntó Kurt.

— Si, aunque no estoy satisfecho todavía, pero ya no les quiero preocupar más —seguido de esas palabras, silbé y el cuervo que me acompañó al principio de este viaje vino hacia mí.

— Aun no sé como lo hiciste para domesticar a ese cuervo.

— La verdad a mí también me sorprendió, pero no me quejo me llevo muy bien con él -terminé de amarrar el papel a su pata y se fue volando—, confío en que de alguna manera llegará a mi hogar pensé esperanzado.

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— Hoy tendrán que usar estas máquinas para equilibrarse, quien no pueda hacerlo no podrá usar el equipo tridimensional por lo que se tendrá que marchar de aquí ¿Entendido? —todos respondimos con un «Si, señor» y nos pusimos en filas.

— Apuesto a que esos dos no lo logran —escuché al lado nuestro y al frente Kurt estaba sudando y removiéndose inquieto por los nervios. Apoyé mi mano en su hombro y él giró a verme, le sonreí y él se tranquilizó un poco, justo a tiempo porque era su turno.

Le quedaba poco, aunque se veía tenso, pero a pesar de eso lo estaba haciendo bien. Lamentablemente se desequilibró de una manera extraña y cayó al suelo. En ese momento, sentí una pequeña punzada en el corazón, su rostro parecía haber dejado todo rastro de felicidad, y sus ojos eran los de alguien que observaba todos sus sueños y metas derrumbarse, pero ¿Qué podía hacer yo al respecto?

— Por favor, instructor Randall, deme otra oportunidad —lo veía suplicar con la cabeza baja, con los puños apretado de frustración al borde soltar unas lágrimas y, aún así, mantenía respeto a nuestro superior.

— Lo lamento, chico, no hay segundas oportunidades —Kurt solo susurró «Entiendo».

— Kurt —susurré frustrado, él era el unico amigo que había tenido, en el poco tiempo que conviví con él fue suficiente para notar que era un buen chico, siempre cortez, alegre, comprensivo y... un mal bromista. Reí, ante mi último pensamiento, pero pronto soné afligido.

— Hey -escuché—. Que esto no te detenga, yo sé que tu lograrás hacerlo... quiero verte lograrlo, sé que lo harás —con esas palabras inmediatamente pensé en lo que le prometí a Angela, no puedo fracasar en esto, aunque todos los de nuestra fila lo hayan hecho, yo soy diferente.

En Búsqueda de paz 𖣘Sʜɪsᴜɪ Eɴ SNK𖣘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora