En Búsqueda de paz 𖣘Sʜɪsᴜɪ Eɴ SNK𖣘

𝕀𝕏

Shisui era llevado junto con Eren, quien sería controlado por el capitán Levi. Por otro lado, los dos titanes que se habían capturado para investigaciones fueron asesinados, y el asesino no fue encontrado.

―Hoy ―comenzó Connie―, tenemos que elegir a qué facción unirnos. Y... después de esto, sé que no quiero volver a ver un titán.

Armin escuchaba atentamente. Para todos, para todos fue duro. Y eso a Connie le recordaba las palabras de Jean en la fogata.

―Me pregunto... dónde está Marco ―había confesado Jean, viendo las chipas que el fuego desprendía.

En el corazón de todos los amigos del chico, cuyo nombre era Marco, se encontraba un mar que hundía su alegría, y con un oleaje que, al chocar contra la costa, mostraba la espuma, leves rastros de esperanza que brotaban, desaparecían y luego volvían a brotar. Sin duda, la peor combinación. El cuerpo de Marco no fue encontrado.

―Vivo o muerto, debemos honrar sus recuerdos con la cabeza alta ―afirmó Jean con su mano en el corazón.

"Incluso si estás muerto, yo... no abandonaré por lo que combatimos en nuestra primera y posiblemente última vez junto, contra titanes. Y, tengo miedo, no quiero morir todavía. ¿Qué se supone que debo hacer?", se preguntó Jean a sí mismo.

―Chicos ―nombró volteándolos a ver con un rostro titubeante, atemorizado―, ¿ya decidieron a qué facción ir? Yo... ya me decidí.

Su brazo derecho temblaba y con la mano izquierda trataba de calmarse, la puso en su pecho. Suspiró.

―Yo... Yo... ¡me uniré a la legión de reconocimiento!

Connie parpadeó, y vio la mano de Jean que tiritaba en frente de las mesas en la que los revisaban.

―Hasta Jean decidió, se unirá a la legión. Annie, ¿tú que piensas?

―No opino nada.

El carácter frío de Annie era ya normal. Mientras que Armin se sorprendió al escuchar que Jean se uniría a la legión.

―Ya veo ―contestó desganado―. Tú te unirás a la policía militar, Evi, Alfons, Esmeril, y Mikasa no hay duda en que decidirán por la legión de reconocimiento. Allá están sus hermanos. Pero... como yo no tengo hermanos, tal vez debería irme a la policía militar.

―Si alguien te dices que mueras, ¿morirías? ―cuestionó Annie con su gélida voz.

―Por supuesto que no ―contestó Connie.

―Entonces, toma tus propias decisiones. ¿Qué hay de ti, Armin?

La vista de Armin se había perdido entre sus propios pensamientos.

―Yo creo... ―divagó― creo que si sabes por qué vas a morir, hay veces en las que debes hacerlo.

―Entonces, ya te decidiste.

―¿En serio?, ¿tú también, Armin? ―preguntó Connie crédulo. Suspiró de cansancio al pensar en qué debía hacer.

―Armin, eres débil pero tienes agallas.

Ante eso Armin sonrió y le dijo que "En realidad era bastante buena". Annie se sorprendió, y apartó la mirada.

La búsqueda del asesino quedó sin un culpable. Ahora Evi caminaba fuera del sitio donde revisaron a los reclutas y sus equipos en busca de alguien, lo encontró, bajo un árbol yacía Jean pensativo, deprimido.

Y es que Marco siempre había sido importante para él, Marco siempre ha sido buenos con todos, Marco... Evi pensaba que él era tan bueno como su hermano solo que más tímido, usualmente comían juntos, pero había algo que lo distinguía, y que ahora Evi recién se daba cuenta, su sinceridad.