¿Qué harías si tuvieses que fingir un noviazgo con la persona que más odias en el mundo para salvar tu reputación?
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"Alex se ve obligada a fingir un noviazgo con su peor enemiga, una influencer que resulta ser demasiado encantadora, mientras que l...
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Bien, nunca creí que esos superhéroes voladores me iban a enganchar tanto, pero madre mía, ¿alguna vez se han visto Iron man? Es que es un genio.
Incluso estoy considerando buscarme un sugar daddy como él y olvidarme de toda la mierda de ser princesa.
A diferencia de lo que le estaba haciendo creer a Jade, diciéndole que me aburría, la verdad es que me estaba encantando y me emocionaba por todo lo que pasaba. Incluso habíamos grabado un par de historias para su Instagram en donde parecemos la pareja ideal.
Si ellos supieran la realidad...
—Me vas a dormir el brazo —se quejó. Estaba usando uno de sus brazos de almohada y de seguro le estaba cortando la circulación, pero qué más daba.
—Pues te aguantas. —Esa fue mi respuesta.
La verdad es que estaba muy cómoda así y no pretendía cambiar de posición.
Ella bufó en protesta y se movió un poco para poder verme la cara. Me di cuenta de lo prometedor de la posición en la que estábamos y aparté la mirada, nerviosa.
Piensa en Dios.
Nunca había estado de esa manera con alguien, mucho menos con una chica, y que Jade fuese la primera persona no me alegraba mucho el alma a decir verdad.
—¿Te estás poniendo roja? —pregunta con burla. Yo cierro los ojos implorando paciencia para no pegarle en ese mismo instante.
Odiaba sentirme de esa manera con ella.
Vulnerable y expuesta.
Mostrar y expresar mis emociones solo me haría ver débil frente a ella y era algo a lo que no podía arriesgarme. Le estaría dando poder sobre mí.
Su mano libre viaja hasta mi mejilla y la acaricia con cuidado. Tal vez pensaba que lo mordería. En otro momento tal vez podría hacerlo, pero ahora no era capaz. Mis propios pensamientos estaban traicionándome.
—Sí, estás roja —afirma antes de comenzar a reírse de mí. Le pellizco la mano, malhumorada, y me levanto de la cama como si el simple hecho de estar junto a ella, quemara.
Jade se queda sentada con los brazos cruzados mientras me observa con ternura. Respiro, tratando de mantener la compostura, pero le termino sacando el dedo del medio.
Su mierda de parecer un cachorro bonito no me convencía.
—Pensé que yo no te ponía nerviosa —dice y se levanta de la cama tan rápido que termina cayéndose de bruces al suelo.
Y yo, como buena novia que soy, la ayudo a pararse después de reírme como cabra loca. Sus manos quedan en mi cintura y entreabro los labios sin poder evitarlo.
—No me pones nerviosa, Jade. Aunque, deberías volver a intentar eso —hablo refiriéndome a la caída. Tengo la respiración agitada, lo cual no me ayuda mucho en mi intento de mostrar seguridad para burlarme de ella.
