❛❛Empire Of Lies❜❜ ¹ © NamJin

VIII: La rebeldía de "los más débiles"

Maratón (3/3)

Seokjin y Namjoon llegaron al castillo, junto con los esclavos Omegas que fueron rescatados, ahora debe contarle a su madre sobre lo ocurrido, pero también sentía miedo por lo que ella diría.

Sabía que por ser un Omega debe mostrarse sumiso y débil, solo por ser de la realeza como sí necesitara que alguien lo fuera a rescatar algún día, pero al ser uno dominante se podría defender solo.

— ¡Kim Seokjin! — Jiyu gritó, su voz se escuchaba algo molesto.

— M-Mamá, justo iba a buscarte…

— Yo… — Namjoon sentía la tensión e incomodidad — Iré con Joo-Heon, cuando termines de hablar con tu madre me buscas.

— Está bien. — el moreno se fue dejando sólo al pelinegro con la Alfa.

— ¿Qué sucedió en la aldea? — Jiyu se cruzó de brazos, su mirada intimidante hacía temblar al menor.

— Y-Yo… Rescaté a un grupo de esclavos Omegas, no soporté verlos así, sé que está mal entrometerse en dónde nadie lo llaman, pero no me gustó ver como los maltrataban.

— ¿Y qué pasó con los vendedores?

— Dos de ellos fueron capturados, pero… — Jin no quería contar la siguiente parte de la historia.

— ¿Pero?

— Maté a uno de los vendedores, perdóname mamá pero mi lobo se salió de control, ¡me dominó! — tenía que dar todos los detalles, para que al menos su madre le creyera — Mis ojos cambiaron de color, los guardias sostenían a Namjoon porque se enfadó de que uno de esos vendedores me empujó, yo como loco tomé una espada… ¡Y lo maté! — Jin se rebeló.

— Ya te escuché hijo, sé que lo dices para que no me enoje contigo. — Jiyu dió un gran suspiro, tenía que controlar su ira — Hiciste bien en salvar a esos indefensos esclavos, solo una parte de ellos se quedarán y los otros pueden ir con los reyes de Ilsan, tal vez los acepten.

— Gracias madre, eso basta para que ellos no sigan sufriendo más, también desearía que se evite la venta de esclavos.

— Sí eso vuelve a pasar, vamos a capturar a todos esos inútiles y morirán decapitados.

— E-Entiendo…

— De esa forma lo tienen que pagar los que cometen esos pecados. — la Alfa miró a su hijo — Por cierto. — agarra con fuerza el mentón de Seokjin para que lo viera cara a cara, el menor odiaba que su madre lo tratara de esa forma — Que esto quede como una advertencia para ti, no vuelvas a actuar tú solo, eres un príncipe Omega y tienes que mostrarte sumiso, delicado y amable, no como un Alfa.

— P-Pero soy un dominante, no quiero comportarme tan sumiso. — trataba de apartarse.

— ¡Ese es tu maldito deber! — los ojos carmesí de la Alfa irradiaban enojo — Así que me obedecerás o no haré todo lo que me propusiste, ¡¿escuchaste bien?! — usó su voz de mando.

El Omega asintió — Así me gusta, que me obedezcan y sepan sus propios deberes, tienes que cumplirlos todos sí quieres llegar a gobernar con tu Alfa. Los Omegas dependen mucho de sus parejas, por eso se muestran débiles ante ellos.

—《Pero yo no soy débil, no soy como los demás. 》— pensó el menor — C-Cumpliré con mi deber.

— Muy bien hijo mío. — soltó al menor — Ahora ve con tu Alfa, seguramente ya te está esperando.

— Sí, majestad… — Jin hizo una reverencia y se retiró.

En su rostro empezaban a caer lágrimas cristalizadas, no sabía por cuánto tiempo tendría que soportar el trato de su madre, desde que supo que sería un Omega para toda su vida, empezó a odiarse a sí mismo.