Capitulo 6

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"No se si cometo una locura contigo,
o si es una locura no cometerla"
—Mind of Brando

Josephine

No tengo idea de cuánto tiempo pasó o de en qué momento me quede dormida pero luego de un rato sentí una mano moviendo mi hombro, al abrir los ojos lo primero que vi fue a él, sonriéndome como siempre, indicándome que habíamos llegado.

Al mirar tras la ventana solo había árboles junto a la carretera. Bajamos del auto, tomó mi mochila y una cesta en brazos y me dijo que lo siguiera. Caminamos durante un rato por un sendero, mientras más caminábamos entre los árboles más nerviosa me ponía ya que por un momento pensé en que pasaría si nos perdemos o como volveríamos a casa. Y si, admito que por un momento pensé en esa película donde la chica va de campamento con sus amigos, se adentran en el bosque y en un momento loco uno de sus amigos resulta ser un psicópata que termina por asesinarlos a todos.

Como si me leyera la mente dijo.

— No planeo asesinarte ni nada por el estilo.

— No me preocupa eso. Lo que me preocupa es que nos perdamos y nunca nadie nos encuentre y tengamos que convertirnos en caníbales o algo así.

—se detuvo, volteó a verme y dijo— ¿En verdad, eso es lo que estabas pensando? —asentí y dijo— Eres una persona muy extraña Josephine. De eso no hay duda. Además el auto se ve desde aquí.

Caminamos cuesta arriba y el dejo la cesta en el suelo bajo la sombra de un árbol, saco una manta y la colocó con cuidado en el suelo y me dijo que me sentara. Lo hice al igual que él.

— Bienvenida a mi lugar favorito, Josy.

— Es hermoso —mire al rededor y note que por un lado solo se veía la carretera y del otro un paisaje precioso, no era más que un campo de flores.

— Suelo venir aquí cuando necesito pensar o escapar de mi familia. Me sentí como muy cliché —dijo riendo mientras sacaba la comida de la cesta y algunas cosas para hacer una clase de picnic.

— ¿Tan odiosa es tu familia que tienes que huir de ella?

— Solo mis padres. Están algo locos, —lo mire comprensiva un momento y continuo— están pasando por un mal momento... en casa solo son peleas, gritos e insultos. Normalmente trato de alejarme de todo eso.

— Ya veo —acaricie mi brazo con la mano y él me miro a los ojos— lo siento mucho, no debí preguntar. Yo y mi bocota.

— No, esta bien —miro al suelo un momento y dijo— solo, no logro entender por qué cambiaron tanto. Porque no solo se divorcian.

— ¿A que te refieres? —tal vez no debería meterme donde no me llaman pero lo veía muy triste y algo de mi quería saber más sobre el.

— Cuando era niño ellos solían sonreír y reír todo el tiempo, si llegaban a discutir era porque no se ponían de acuerdo sobre qué película ver o por quien había hecho trampa en un juego de mesa. En verdad se veían muy enamorados el uno del otro. Pero todo cambio desde que cumplí catorce años. Mi padre jamás estaba en casa, mi madre se la pasaba llorando todo el tiempo. Por eso nos enviaron a Natalie y a mi al internado donde conocí a Alex.

— No tenía idea Pablo, lo lamento en verdad.

— Bueno eso ya no importa, hablemos de algo más esto se vivió muy deprimente.

— De acuerdo.

— Cuéntame ¿como conociste a Alex?

— Hablando de cosas deprimentes... ¿Seguro que quieres saberlo?

El Día En Que Mire Las Estrellas En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora