Capitulo 1

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Josephine

A mis dieciocho años era la primera vez que iba a abordar un avión y también era mi primer año en una universidad en lejos de casa. Había pedido plaza en una universidad privada en Canadá.
Ese día comenzó lo mejor que pudo, me fui al aeropuerto una hora antes para llegar con tiempo -cabe recalcar que me fui en bicicleta y mi madre y hermana en auto- y Lucia, mi hermana tuvo que burlarse de mi como siempre hacía.

— ¿Teníamos que llegar una hora antes? Hace frío —dijo ella.

— Si, teníamos que llegar una hora antes —dije— hay muchas personas que tratan de que su vida sea organizada como yo.

— Si eso fuera verdad... —me dijo— solo deja que fluya a ver qué tal sale todo.

Lucía y yo siempre fuimos polos opuestos, pero nos llevábamos bien. Ella era intrépida, entusiasta y debo admitir que un poco altruista, nada le preocupaba, dejaba que las cosas fluyeran y tomaran su rumbo natural. Mientras que yo era temerosa, no me gustaba arriesgarme, ni hablar, me llevaba un poco mejor con mi otra hermana, mejor conocida como Ciara pero ella no había podido acompañarnos.

— Estoy muy nerviosa.

— Jo —interrumpió ella— relájate todo saldrá bien, en todo caso si algo sale mal siempre puedes volver a casa.

— Es que no lo entiendes ¿verdad? Me esforcé por esto y no quiero perderlo.

— Entonces has que valga la pena, si lo has deseado toda la vida ¿por que lo fastidiarías ahora?. Además no se que te preocupa eres muy... simpática, y si eres un poco aburrida y tienes muy mala leche a veces pero así eres tú. Enfócate en lo que realmente quieres.

— Lo dices como si fuera tan sencillo pero tú no tienes que lidiar con lo que es tener que aguantar miradas y preguntas como "¿tus ojos son así?" "¿tuviste un accidente?" "De seguro son de contacto." Como si nunca en su vida hubieran visto a alguien así.

Nací con una anomalía en mis genes llamada Heterocromia iridium completa, básicamente lo que genera esta mutación es que el iris de mis ojos sea de distinto color, así que, tenía el ojo izquierdo de color azul intenso y el derecho de un marrón claro. Esto se debía a la escasez de pigmento en el iris o no sé qué. Mis padres siempre me dijeron que era muy afortunada de ser del dos por ciento que lo poseían y que eso me hacía especial y diferente al resto de las personas de mi comunidad, que debía estar orgullosa de tenerlo. Pero lo que ellos no sabían era que ser adolescente es horrible, te hace vulnerable a la más mínima ofensa, y para mi, la heterocromia fue objeto de burlas. Para los chicos del pueblo era mutante, fenómeno, bruja y muchos más apodos ofensivos, por obviedad no tenía muchos amigos, sin mencionar que mi actitud no me ayudaba a tenerlos.
Bueno solo uno Alex mi mejor amigo, él y yo éramos inseparables, para mi suerte el iba a ir a la misma universidad que yo.
El punto era que sin contar a Alex, estaba sola.

— Mira jo, te aseguro que tu aspecto va a ser lo último en que se van a fijar las personas, recuerda que Hertford es un pueblo pequeño y con habitantes poco habituados a lo nuevo y diferente. Primero se darán cuenta de lo irritante y aburrida que eres y lo demás no les importará, porque de seguro hay personas más extrañas que tú ahí y no se a lo mejor te encuentras a un chico lindo y te enamoras —dijo y puse los ojos en blanco— dejando eso a un lado, para mi, para Ciara , para mamá y papá y también para Alex eres hermosa tal y cómo estás. Eso es lo único que debería importarte.

— Supongo que tienes razón. Pero es fastidioso.

— Ya es hora de que te vayas —me ignoro levantándose y prosiguió— de verdad deja de pensar tanto en todo y disfruta lo que te está pasando porque no todo el mundo consigue una beca completa en una prestigiosa universidad.

El Día En Que Mire Las Estrellas En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora