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    A diferencia de los otros días donde Serapphine pensó en ser positiva e intentar ayudar a los pocos personajes a su alrededor que, al igual que ella, solo eran trampolines para el desarrollo de una historia de amor tóxica sin sentido, se sintió en paz cuando se alejó.

Se alejó del protagonista tonto que la había apuntado con su mirada de insuficiencia. Por no ser la protagonista de su tonta historia. A ella no le importa lo que él pensara, pero esa tarde, después de que Howie vomitar en su bolso y tuviera que ayudarlo, pensó, que este cuerpo aún lo quería.

Su alma estaba en este cuerpo, sin embargo, la verdades Serapphine se sintió triste. Ella lo sintió. Cuando esas palabras salieron de su boca, de repente se dio cuenta que, aunque quisiera ser super cruel, una parte de la persona que ya no estaba seguía anhelando ese cariño que él nunca pudo darle, incluso después de todo ese daño.

Por eso, no fue a tirar su bolso. Solo salió de la escuela, tomó el tren a ninguna dirección y esperó.

Recordó las cosas en su vida pasada, las cosas que había dejado sin querer y se sintió un poco triste. Nadie realmente quiere morir, nadie realmente quiere irse. Siempre hay una pequeña cosa que te hace sonreír, pero ella había perdido la suya hace mucho.

Ahora en este lugar, ella podía intentarlo, pero no podía seguir manejando ese chispa de emoción que dejó la verdadera Serapphine. Así que que cuando llegó a casa, después de llamar al chófer y encerrarse en su habitación... Se miró fijamente en el espejo.

No se estaba viendo así misma, la estaba viendo a ella.

—Él no te quiso, ¿lo sabes, no? —ese dolorcito, justo en el lado izquierdo le confirmó, que de alguna forma ella estaba ahí— ¿Entonces por qué sigues empeñada en pensar en él o lo que hace? Debes dejarlo ir. El mundo nos ha vendido la típica historia de amor donde luchamos por lo que queremos hasta casi desvanecernos, dejamos lo que queremos por perseguir a la persona que según amamos, pero todo está mal. Nunca debes dejarte ir por otra persona, nunca debes caer casi en agotamiento por querer estar ahí para esa persona, hasta que llegué el momento en que te note y se de cuenta que siempre fuiste tú. ¿Sabés por qué? Porque si te quisiera un poco se habría dado cuenta que siempre fuiste esa persona, pero no le importó. Y si no le importabas tanto como tú a él, ¿por qué sigues aquí? Duele soltar, pero te dolerá más si te aferras.

Las grimas brotaron de sus ojos, se sintió desolada. Estaba sintiendo todas las cosas que ella pasaba, recordó cada cosa que la verdadera Serapphine había hecho y luego, cuando creyó que no podía respirar sintió paz. Por primera vez, sintió que conectó y luego, ella se fue por completo.

Serapphine se había ido. Todo. De alguna manera la hizo pensar que tal vez ese dolorcito de cariño que se metió en su corazón como una pequeña espina de había ido.

Por eso no la culpó, ni se sintió muy bien por eso. Solo quería que ella supiera que a sus ojos, ella fue suficiente. Siempre lo fue. No odiaba a nadie, sin  embargo, al pasar el rato pensó en que poner más distancia de los protagonistas estaría bien. El protagonista había demostrado que no importaba lo que hiciera siempre estaría mal y la protagonista femenina ni la conocía, pero no quería hacerlo. Era suficiente tener un loco afeminado caminando por ahí, así que después de un buen baño hizo un plan detallado.

Ella realmente quería estar lejos de esas personas.

Solo que.

Olvidó a Tyche y Howie.


—¿Te cambiaste de clase sin decírmelo? —Preguntó Tyche llorando, sacó un pañuelo con las iniciales de una marca cara, limpiando su rostro—. Eres mi mejor amiga, ¿cómo puedes ser tan egoísta? Si quieres irte iré contigo. Además, es la clase D. Esta lleno de gente corriente y pobre. ¿Qué comen los pobres? ¿Al menos comen? Dios. No quiero dejarte.

Las mujeres ricas y malvadas aman a los protagonistas masculinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora